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Cubrir la plaza de toros es “viable”, afirman los arquitectos, que piden “no ir a lo barato”

Los expertos consideran “compatible” instalar una cúpula o lonas tensadas en el recinto pese a estar protegido: “Toca ser imaginativos”

La plaza de toros de El Bibio. Pablo Solares

Cubrir la plaza de toros de Gijón es “viable” a nivel técnico pero, para hacerlo bien, resultará más bien costoso. Esta es, al menos, la tesis general de los arquitectos de la región, que lanzan como ejemplo la posibilidad de instalar una simple cúpula o lonas tensadas similares a las de los estadios deportivos. A partir de ahí, el gremio asegura que las soluciones son “infinitas” y que las limitaciones de que el recinto esté catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) se aplican más en el marco burocrático que en el técnico. Esperan, eso sí, que el Ayuntamiento se muestre unido en una inversión que consideran “muy importante” y en la que el presupuesto tendrá varias cifras. “Los límites de cubrir esa plaza serán más por el dinero que nos queramos gastar en hacerlo. Ojalá no nos quedemos a medias tintas yendo a lo barato”, comenta Manuel Hernández Sande.

No obstante, otros expertos como José Antonio Suárez Castañón aseguran que, sobre el papel, plantear una actuación de este estilo sobre un recinto protegido “al máximo nivel” no es posible. “Lo que sí es posible es desprotegerlo, modificar la normativa con permiso de Patrimonio para plantear una cubierta, pero yo veo un tanto complejo explicarle eso a un propietario privado con un edificio protegido a quien la administración le prohíbe hacer absolutamente nada”, opina el arquitecto, experimentado en proyectos con instalaciones protegidas. “La mayoría de plazas de toros del país que se han cubierto, al menos las que yo conozco, tenían un grado de protección menor y se ven más como pabellones. En el caso de Gijón, su apostamos por una solución liviana podemos alterar la estructura y si la hacemos exteriormente, como en el Bernabeu, menoscabas la entidad de las fachadas”, señala, y añade: “Fuera de cualquier polémica política, actuar en una plaza así, use para lo que se use, es complicado con la normativa actual. Técnicamente es viable de sobre, si hay dinero”, concluye.

Para Vicente Díez Faixat, de salir adelante la idea, el proyecto se le antoja “muy atractivo”. “Cada vez hay más plazas cubiertas y todas tienen su complejidad añadida, porque no están diseñadas como para ser cubiertas, pero es absolutamente posible hacerlo con una cúpula o la solución que se decida”, asegura, y añade:” Yo soy partidario de que se estudie y se haga, aunque habrá elementos que no se podrán tocar. Pero para eso están las comisiones de Patrimonio. Será un reto interesante para quien lo haga”, asegura.

Sande, por su parte, también pone de ejemplo otras plazas de toros ya cubiertas. “No hay por qué pensar que las cosas tienen que quedarse tal y como se construyeron. Todo evoluciona. Las actuaciones con edificios protegidos son posibles, simplemente vas a tener a una comisión con la que tendrás que consultar cada paso. Es un escollo, pero no es insalvable, sobre todo, si como en este caso el Ayuntamiento parece querer promoverlo”, razona. A su juicio, la idea se erige ahora “como un libro abierto” en el que cabrían muchas soluciones. “La cúpula parece la solución más obvia y en otros emplazamientos se han puesto lonas tensadas. Será más difícil dar con una solución que se pueda quitar y poner, pero no hay nada imposible arquitectónicamente, a día de hoy, si hay dinero. Ese va a ser el límite real y ojalá no vaya en detrimento del resultado. Toca ser imaginativos”, concluye.

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