Benjamín Bango Melcón (Gijón, 1965) es socio del Grupo Covadonga desde que tenía cuatro años. Afincado desde hace años en Madrid, es entrenador del equipo nacional de gimnasia artística, que recientemente ha celebrado el medalla de plata de Ray Zapata en los Juegos Olímpicos de Tokio.
–Lo primero, enhorabuena. ¿Qué significa este reconocimiento?
–Muchas gracias. Supone una gran alegría. Es una noticia muy especial.
–¿Será de los premios que más ilusión le haga?
–Sí, enorme. Es algo muy personal. Llevo desde los cuatro años en el Grupo. Ha sido mi infancia, mi vida y donde he desarrollado parte de mi carrera. Es un premio que tienen personas muy relevantes del deporte, así que es muy especial.
–Lleva un tiempo fuera de Gijón. ¿Mantiene un contacto estrecho?
–Mantengo un contacto continuo con Gijón, donde sigue estando toda mi familia y mis amigos. Siempre será un lugar esencial para mí.
–¿Qué significa el Grupo para usted?
–Mis orígenes, el sitio que me ha visto crecer. Tiene mucho que ver con mi trayectoria.
–Ray Zapata le habrá dado la enhorabuena.
–Aún no lo hemos hablado, pero seguro que se congratula.
–¿En qué punto se encuentra la gimnasia artística tras el metal de Zapata en Tokio?
–Con el resultado cosechado por Ray Zapata creo que es un deporte que se ha revitalizado muchísimo. Hubo un paréntesis tras Gervasio Deferr, pero ahora viene una generación que ha hecho resurgir este deporte.
