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Las multas masivas del Piles al Infanzón “no frenan la inseguridad” en la carretera

Los residentes exigen barreras físicas y critican que las sanciones, 2.672 hasta junio, “solo afectan a los vecinos y no evitan las carreras ilegales”

Un coche bajando por la carretera del Piles al Infanzón. | Juan Plaza

Los exhaustivos controles policiales para evitar la celebración de carreras ilegales en la carretera del Piles al Infanzón, uno de los principales focos de este problema en el concejo, no han sofocado las demandas vecinales que desde hace años se entonan en las zonas afectadas. Todos ellos insisten en implantar otros sistemas de control como badenes, semáforos o cojines berlineses en varios tramos de la vía más allá de las multas. Los vecinos siguen con miedo a cruzar o incluso temen por daños en sus viviendas a pesar de que la Policía Local ha impuesto 2.672 multas a conductores por superar la velocidad permitida desde el 1 de enero hasta el 15 de junio de este año, una cifra considerable teniendo en cuenta que fueron 3.000 las sanciones tramitadas durante todo el 2018, por ejemplo. “Las carreras se siguen realizando, porque muchos aprovechan los cambios de turno de la Policía. Esas multas sólo afectan a los vecinos de la zona, que a veces te pasas por poco de los 50 kilómetros por hora y yendo a 54 o 60 ya te cazan, no frenan las inseguridad”, denuncian los afectados.

Las explicaciones ofrecidas recientemente desde el gobierno local en la comisión de Seguridad, Movilidad y Medio Ambiente, fueron que tanto los badenes como los cojines berlineses eran desaconsejables por los autobuses y ambulancias. Limitar la velocidad, otra de las posibilidades, “no tiene sentido”, se argumentó, en un tramo de vía tan largo como el del conflicto. Y en lo relativo a pasos de peatones se remitieron a que la DGT contempla el cruce de vías por lugares con buena visibilidad sin necesidad de la existencia de pasos de peatones”. En última instancia, a preguntas del PP, se destacaron las multas como “medida disuasoria”. Pero ese mecanismo sancionador, coinciden los vecinos, no ha resuelto el problema a pesar de los vehículos móviles de la Policía Local y la presencia del radar en la altura del antiguo Oasis.

“Las carreras se siguen realizando, porque muchos aprovechan los cambios de turno de la Policía. Esas multas sólo afectan a los vecinos de la zona, que a veces te pasas por poco de los 50 kilómetros por hora”

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“Es una carretera en la que no interesa hacer ningún tipo de actuación, porque se lleva la palma en cuanto a multas. La Policía pone coches móviles con radar con la disculpa de las carreras ilegales, pero lo que cogen son a los vecinos que bajan”, reflexiona Soledad Lafuente, presidenta de la asociación de vecinos de Somió, que asegura que “todos los días” llegan noticias de algún problema relacionado con la carretera del Piles al Infanzón.

Una señal de limitación a 50 km/h. | Juan Plaza

Las multas van por zonas, desde las 646 del radar del “Oasis” a las 1.345 del tramo Somió al Infanzón pasando por las 681 desde La Providencia, pero la sensación de inseguridad es compartida. “Nosotros solo tenemos un semáforo, un poco antes del cruce con la avenida de Dionisio Cifuentes, pero muy poca gente lo utiliza porque no es zona de paso. Son muchas las personas que necesitan poder cruzar de forma segura, y ahora con el colegio se está viendo con aquellos niños que cruzan a La Corolla”, apunta Soledad Lafuente. Y añade: “Las multas no solo no evitan las carreras, sino que los vecinos somos los perjudicados doblemente, por las sanciones y por la inseguridad que seguimos teniendo”.

Es la misma línea que sostiene Cristina Menéndez, presidenta vecinal de La Providencia. “Es horroroso. Si a veces bajas en coche te vienen de frente que te echas las manos a la cabeza”, expone la representante vecinal, que en la parte alta de la vía asegura que son muy frecuentes los derribos de farolas, muros y verjas de las viviendas más próximas a la carretera. “Y si para los que van en coche es peligroso ni cuento para los ci clistas, los que salen a hacer footing o simplemente van paseando”, añade.

El radar del Oasis. | Juan Plaza

La única solución factible, coincide Cristina Menéndez, “es poner algún tipo de impedimento, como obstáculos de alguna clase, aunque sé que para los motoristas es perjudicial”. En la misma línea que Lafuente, “las multas afectan especialmente a los vecinos”. “Esa carretera a veces te despistas, sobre todo al bajar, y te pasan con facilidad de los 50 kilómetros por hora, pero por poco que te pases, si te pillan ya estás sancionado con 400 euros”, lamenta Menéndez. Todos coinciden en implantar más mecanismos que eviten los riesgos en la carretera, “a la vista de que las multas no dan resultado”.

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