La agresión a los aficionados del Valladolid se saldó sin heridos

“Fue un susto, pero todo quedó ahí”. Así se expresó ayer David Vega, el gerente del establecimiento hostelero de Cimadevilla en el que hace dos días varios aficionados del Valladolid fueron sorprendidos por un grupo de unas diez personas que les lanzaron botellas de vidrio. El incidente se produjo a la hora de comer del pasado sábado, es decir, horas antes del partido que enfrentó al conjunto castellano con el Sporting en El Molinón. Varios antidisturbios de la Policía Nacional intervinieron en la zona, pero el suceso se zanjó sin detenidos y tampoco sin heridos. “Pasó todo muy rápido, afortunadamente nadie salió dañado”, incidió Vega.

Los hechos acontecieron en la plazoleta Jovellanos, en un popular local hostelero que también funciona como hotel. En la terraza de este lugar se encontraban tanto aficionados del Valladolid, fácilmente identificables porque llevaban camisetas del equipo, como otros gijoneses que estaban tomando consumiciones en la zona. La tranquilidad se vio interrumpida cuando un grupo de unas diez personas, que iban vestidas de negro, la emprendió contra los hinchas visitantes a los que según los testigos lanzaron varias botellas de cristal. “Vinieron corriendo y se marcharon corriendo”, relató David Vega. Al ataque, algunos aficionados del Valladolid respondieron de la misma manera, mientras que otras personas decidieron cobijarse en el interior del establecimiento. “Fue un susto porque había niños y personas mayores”, apunta el hostelero. Finalmente, varios antidisturbios se personaron en la zona y eso fue suficiente para que los que lanzaban las botellas escaparan a la carrera. No hubo detenciones y el incidente no pasó a mayores. Eso sí, varios aficionados del Valladolid fueron escoltados por agentes de la Policía Nacional durante su camino, horas después, al estadio de El Molinón sin mayores problemas.