La compañera sentimental de Papa Gore Ndoye ha decidido denunciar por agresión y daños a los agentes de la Policía Nacional que acudieron al piso que compartía con el senegalés en la calle Jaques Cousteau, después de que los vecinos alertasen de que se estaba produciendo una violenta discusión entre ambos. La mujer, que en todo momento negó cualquier episodio de violencia de género, a pesar de que no era la primera intervención por el mismo motivo, ha llevado al juzgado a los agentes intervinientes, muchos de los cuales resultaron heridos al ser atacados por el exmilitar, que cumple prisión preventiva por ese último episodio. Papa Gore, de 43 años, por su parte, se sentará hoy en el banquillo de los acusados por una pelea con un hombre marroquí por el que afrontan dos y cuatro años de cárcel respectivamente.
El episodio del exmilitar –condenado ya en tres ocasiones por hechos similares– ocurrió en mayo de este año, cuando hasta tres patrullas policiales se personaron en la vivienda alertados por los vecinos. La mujer, que según los agentes estaba temblorosa por lo ocurrido, fue auxiliada por los intervinientes, pero luego negó la pelea y aseguró que las voces venían del piso de arriba y con esa versión ha llegado ahora al Juzgado, explicando que hasta está a tratamiento psicológico desde lo ocurrido. Por estos hechos, su compañero sentimental cumple prisión provisional, dado que la magistrada estimó “los antecedentes, los bastantes indicios de comisión de un delito continuado de atentado, por sus antecedentes, para evitar reiteración delictiva e impedir que se sutraiga de la acción de la justicia”.
El intento de responsabilizar a los agentes por lo ocurrido no es una práctica nueva. El propio Papa Gore Ndoye denunció a los policías que le detuvieron tras un altercado que provocó en la calle Juan Alvargonzález en agosto de 2020 y por el que le condenaron a 16 meses de cárcel. Ese fallo, no obstante, lo tiene recurrido en el Tribunal Supremo este individuo con orden de expulsión que aún no se ha ejecutado.
El exmilitar senegalés, en lo que se instruye su acusación por agredir a los policías por el episodio de la calle Jaques Cousteau, en Montevil, se enfrentará esta mañana a dos años de cárcel por un delito de lesiones. A su lado estará un marroquí de 44 años, irregular en España, que afronta otros cuatro años y con el que mantuvo una fuerte discusión en un bar de la calle Cataluña, en Pumarín, en octubre de 2020. En aquella ocasión, y según el relato de Fiscalía, iniciaron una discusión en el local donde se empujaron y que terminó con Papa Gore propinándole dos puñetazos en la cara.
Mientras el senegalés estaba fuera, el otro implicado cogió un machete de cocina y se lo clavó en la espalda. A pesar de las lesiones, Papa Gore logró defenderse y emprenderla de nuevo a golpes. Ambos acabaron con lesiones y detenidos. Volverán a coincidir en el Juzgado, donde la fiscal pide que las penas se sustituyan por la expulsión de España seis años en ambos casos.
