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Foto de familia con parte de los premiados en el Congreso de ingeniería hospitalaria, ayer, en el salón de actos del recinto ferial Luis Adaro de Gijón. | Juan Plaza

Ingenieros en primera línea contra el covid

El gremio salda su congreso gijonés, una edición “de récord”, premiando a los técnicos que evitaron el colapso de la red hospitalaria asturiana

El hospital de campaña que durante la pandemia se habilitó en el recinto ferial, el Credine de Langreo y los hospitales de Cabueñes, HUCA y San Agustín fueron algunos de los premiados ayer de los Premios Ingeniería en Acción, broche de oro al Congreso de ingeniería hospitalaria que tomó como sede esta semana el recinto gijonés Luis Adaro. A juicio de Antonio Cobo, responsable de esta edición, los más de 30 aspirantes a los galardones merecían un reconocimiento. “Lo importante ha sido el esfuerzo que la ingeniería ha llevado a cabo en cada hospital, independientemente de su tamaño. Todos han hecho un gran trabajo”, defendió. Por el congreso, añadió, han pasado 1.100 congresistas y más de cien empresas expositoras: “Se han batido todos los récords”.

En concreto, las candidaturas asturianas galardonadas fueron, en el apartado de “Respuesta a la pandemia”, los hospitales del HUCA, Jove, San Agustín y Cabueñes, así como el punto militar de apoyo a las Urgencias de este último hospital, el centro Credine y el hospital de campaña de la Feria. En el otro apartado de los premios, “Emergencia climática”, resultaron ganadores en la región el área sanitaria V de Gijón y el Hospital de Cabueñes. Hubo 34 candidatos a la primera sección y 7 a la segunda. Los de esta última, que premió medidas de ahorro energético, arrojan cifras muy llamativas. “Entre todos ahorraron once millones de kilovatios por hora al año en energía, más de 11.000 toneladas de CO2 y más de 1,1 millones de euros de ahorro anual”, resumió Cobo.

La gerente del Sespa, Concepción Saavedra, visitó ayer el recinto ferial para apoyar una cita que, a su juicio, “mueve el foco de las UCI” y lo posiciona en este otro tipo de profesionales, los ingenieros, “que han creado en estructuras que nada tenían que ver con lo asistencial unidad de cuidados críticos”. A su juicio, todas las candidaturas asturianas presentadas a los premios de este congreso merecían el reconocimiento recibido.

Saavedra añadió durante su discurso de clausura que la tragedia del coronavirus sirvió, al menos, para reivindicar a empleados de servicios de ingeniería y mantenimiento que, hasta ahora, habían quedado más bien relegados a un segundo plano. “La pandemia ha puesto en tensión al sistema público asturiano y los de todo el mundo. Puso a prueba a los profesionales sanitarios, y también a sus infraestructuras, pero no todo fue negativo, porque ha puesto en valor a profesionales de servicios no asistenciales que no estaban tanto en el foco”, señaló la gerente, que puso como ejemplos la instalación del hospital de campaña de Gijón –recordó que lo habló con su equipo y que a las dos semanas el recinto estaba listo– o el haber triplicado en cuestión de días las camas UCI de los hospitales asturianos. “Sin vosotros”, dijo, dirigiéndose a los asistentes, “no hubiésemos podido luchar contra esta pandemia”.

Pedro Redondo, de la Sociedad Española de Ingeniería Hospitalaria, considera que el congreso ha sido “inmejorable”, y alabó ayer la gestión realizada por Cobo y su equipo para sacar adelante la cita en esta pandemia.

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