La Consejería de Cultura ha ejercido el derecho de tanteo a la propiedad de la Fortuna Balnearia, una lápida del siglo I hallada en 1820 en La Mortera (Tremañes) y que tiene casi cerrada su catalogación como Bien de Interés de Interés Cultural, y ha ofrecido para su adquisición 35.000 euros. Se trata del precio máximo indicado tras la tasación realizada por el Ministerio de Cultura y Deporte, que se queda muy lejos de los 90.000 euros que se llegaron a fijar como precio de salida para su subasta, pretendida el año pasado y aún pendiente.
El propietario de la pieza, el exconcejal del PP de Gijón, Manuel del Castillo, señaló ayer que no va a hacer “ni caso” y que la pieza saldrá el próximo 15 de diciembre a subasta en casa madrileña de subastas Segre con un precio de salida de 90.000 euros. El propietario sostiene que el Principado podrá ejercitar posteriormente el “derecho de retracto, igualando la mejor oferta”.
La postura de la Consejería es distinta. Adoptó su decisión tras el acuerdo alcanzado ayer en este sentido por la comisión permanente del pleno del Consejo de Patrimonio.
El pasado 27 de septiembre, Cultura recibió una comunicación del propietario de la pieza que explicaba su intención de realizar la nueva subasta del ara votiva por un importe de salida de 90.000 euros. Desde ese momento, la consejería ha realizado diversas gestiones con la representación de la propiedad y con el Ministerio de Cultura, cuya Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español realizó una valoración de la pieza entre los 25.000 y los 35.000 euros. A partir de esta información, la comisión permanente del Pleno de Patrimonio ha aprobado el ejercicio del derecho de tanteo por parte de la Administración autonómica por el importe máximo señalado en la tasación del ministerio.
En enero de 2020 la propiedad de la Fortuna Balnearia intentó subastar la pieza sin efectuar la pertinente comunicación a Patrimonio, tras lo que desde el Principado, en coordinación con el Ministerio de Cultura, se realizaron las gestiones oportunas para paralizar la operación y se logró que no se incluyera en la subasta prevista para el 5 de febrero de 2020.
En aquel momento, la Consejería de Cultura incoó un expediente para la declaración de la Fortuna Balnearia como Bien de Interés Cultural (BIC), cuya tramitación está a punto de concluir. Con esta declaración, desde Patrimonio se persigue “reforzar la protección del ara y posibilitar que desde la Administración central se pueda considerar la pieza inexportable, dado su valor histórico excepcional y su especial importancia para la historia de Gijón/Xixón y Asturias. Ante el nuevo intento de subasta de la pieza, y efectuada la oferta a la propiedad en base a la tasación de la Fortuna Balnearia, Cultura queda a la espera de la respuesta a dicha propuesta”.
