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Los alumnos de Industriales son los que antes acaban su titulación en la Politécnica

Ingeniería Eléctrica tiene el porcentaje más alto de suspensos, mientras Informática lidera la tasa de asignaturas aprobadas en primera matrícula

Vista del aulario de la Escuela Politécnica de Gijón. Marcos León

Los aprobados en el mayor centro universitario de Gijón van por títulos. Los alumnos más aplicados de la Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI) son los estudiantes del grado de Ingeniería de Tecnologías Industriales. Aprueban casi el setenta por ciento del total de asignaturas (divididas en créditos) de las que se matriculan. También son los que menos tardan en terminar su titulación: casi un 16 por ciento lo hace, como máximo, tras cinco cursos. Son solo algunos de los datos que aparecen reflejados en los informes de seguimiento de los títulos de la escuela, recién publicados dentro de un exhaustivo programa de calidad interno.

La EPI cuenta, actualmente, con ocho grados de ingeniería: Electrónica, Industrial y Automática; Mecánica; Química Industrial; Tecnologías Industriales; Informática y Tecnologías de la Información; Tecnologías en Servicios de Telecomunicación, Eléctrica y Organización Industrial. De este último, por su reciente implantación (curso 2019/2020) no se dispone aún de todos los datos. La tasa de rendimiento es la que indica en qué grado están los más estudiosos. Es el porcentaje de créditos aprobados sobre el total de créditos en los que han sido matriculados los alumnos. Es decir, el número de asignaturas que aprueban los estudiantes. Los mejores números los tienen los estudiantes de Tecnologías Industriales, que además mejoran con el paso de los cursos: “La tasa de rendimiento ha subido 2,2 puntos respecto al año anterior, en el que ya había subido en más de tres puntos”, destaca el informe. Analizado por cursos, añade, “ha aumentado en todos los cursos excepto en tercero, donde se mantiene estable”.

El podio de los más aplicados de la EPI está, no obstante, reñido. El siguiente grado con más porcentaje de asignaturas aprobadas es Organización Industrial (69,4 por ciento de tasa de rendimiento) y Tecnologías y Servicios de Telecomunicación (68,6%). Hay más suspensos en Ingeniería Eléctrica, con el porcentaje más bajo de tasa de rendimiento en la EPI: un 60 por ciento. “Este valor (la tasa de Ingeniería Eléctrica) continúan por debajo de los valores de la rama de conocimiento de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Oviedo, siendo todavía inferiores (6-9 puntos) a los valores en el conjunto de los grados que se imparten en la EPI Gijón”, dice el informe.

Muy ligada a la tasa de rendimiento está la tasa de eficiencia. Este término indica el porcentaje de asignaturas que son aprobadas en primera matrícula –es decir, en las convocatorias de febrero, mayo o septiembre–. Lideran este indicador los estudiantes de Informática y Tecnologías de la Información: su alumnado aprueba un 86 por ciento de las asignaturas de las que se matriculan. “El valor de esta tasa ha superado siempre, de forma amplia, el objetivo fijado en la memoria (70 por ciento)”, destaca el documento. También lo hacen mejor de lo previsto en la memoria los alumnos de Ingeniería en Electrónica Industrial y Automática (85.4%). En las ingenierías de Química Industrial y Tecnologías Industriales, la tasa es idéntica y se sitúa en un 80,2 por ciento.

Los que más repiten matrícula en la EPI son los estudiantes de Ingeniería Mecánica. Su tasa de eficiencia es la más baja de la escuela y se sitúa en torno al 76 por ciento (diez puntos por debajo de Informática). Son los dos primeros cursos los que arrojan tasas más bajas. El tercer curso ha mejorado los valores tras “un valle”, desde 2016-2017 hasta hace dos cursos. “Se puede decir que la evolución de la tasa de eficiencia ha seguido estable, aunque con pequeñas fluctuaciones, y no ha tenido variaciones significativas”, apunta el informe de seguimiento del grado. Con resultados algo mejores, con un 76,4 por ciento, está Ingeniería Eléctrica. Tecnologías y Servicios de Telecomunicación arroja un porcentaje del 77,5 por ciento. Matiza el documento que hay “diferencias” –sin especificar– entre alumnos a tiempo parcial y completo.

Las tasas anteriores evalúan los índices de aprobados por asignaturas. Pero, ¿qué pasa en los grados? Para medir los resultados en cada ingeniería, el informe de seguimiento propone una serie de indicadores. Uno de ellos es la tasa de graduación: el total del alumnado que se gradúa en la “edad teórica” de finalización de las enseñanzas o solo un año después. Este balance solo tiene en cuenta los aprobados en primera convocatoria (los que finalizan sus estudios en junio).

Y la ingeniería con una tasa de graduación más elevada es la misma que se lleva el primer puesto en rendimiento: Tecnologías Industriales. Un 15,8 por ciento de su alumnado termina la carrera en el plazo anteriormente citado. Según el informe, el número de años medio para recoger el diploma es de 6,2 para este grado. En Informática y Electrónica Industrial y Automática, las tasas son muy similares. Algo más del 15 por ciento también terminan en su “edad teórica”. A la cola está Ingeniería Mecánica, donde solo siete de cada cien consiguen llegar a la meta sin repetir –o solo un año después de lo previsto en el plan de estudios–.

Y lo más difícil del análisis: el abandono. La tasa más alta es para Informática, donde más de la mitad de alumnos dejan los estudios sin terminar. En la otra cara de la moneda, Química Industrial: un 36 por ciento abandonan, diez puntos por debajo de la media en la Escuela Politécnica de Ingeniería.

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