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Nuevo arresto del gijonés de las estafas telefónicas a negocios

El delincuente, que llama a tiendas y bares amenazando con cortar la luz por impagos, actuó en Candás, Llanes y Ribadesella

Imagen de archivo de la Guardia Civil. GUARDIA CIVIL

Uno de los estafadores profesionales que opera habitualmente en la región –un gijonés de unos treinta años, buena presencia y mejor oratoria– ha vuelto a ser detenido por perpetrar nuevas estafas que han tenido como víctimas a los responsables de establecimientos de Gijón, Candás, Llanes y Ribadesella, aunque es posible, como sospechan los investigadores de la Guardia Civil que sus actuaciones ilícitas hayan traspasado también esta vez las fronteras de la región. Junto a él también se les ha tomado declaración en la Comandancia gijonesa a otras tres personas por colaborar en sus artimañas. Este individuo acumula decenas de antecedentes y cuenta con numerosas causas judiciales en fase de instrucción por todo tipo de estafas y falsedad documental.

La última investigación corrió a cargo del “Equipo @” de la comandancia de Gijón, grupos creados recientemente por el Instituto Armado para dar respuesta a la actividad cibercriminal tan creciente en los últimos años. La operación, bajo el nombre clave “Apagón”, se inició tras detectarse una serie de estafas en distintas localidades asturianas. ¿En qué consistían? Detallan fuentes del cuerpo de seguridad que “en contactar por teléfono con diversos establecimientos comerciales y de hostelería a los que, tras hacerse pasar por personal de la empresa suministradora de energía eléctrica, les requería una supuesta deuda por impago, indicándoles que si no realizaban el pago de inmediato, se procedería al corte del suministro eléctrico”.

Muchos de los dueños de los establecimientos a los que alertaba este individuo de esa supuesta deuda, y ante el daño que pudiera ocasionarles en sus negocios dicho corte, “hacían efectivo el pago requerido inmediatamente”, confirman desde la Guardia Civil. Así las cosas, el cabecilla de la banda investigada, gijonés, se hizo con un botín superior a los 11.000 euros en establecimientos de las localidades de Gijón, Candás, Llanes y Ribadesella. Esta causa se investiga ya desde el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Cangas de Onís.

Este hombre, tal y como pudieron confirmar los investigadores, no actuaba solo. Para realizar el contacto con sus víctimas, utilizaba un teléfono que cambiaba constantemente, y se valía de otras tres personas más, que también han sido ya interrogadas por la Guardia Civil, como cauces para mover el dinero estafado y dificultar así su localización. “Estas otras personas les facilitaban sus cuentas bancarias previo pago para que pudiera hacer los ingresos del dinero y dificultar así su seguimiento”, confirman los investigadores.

El “modus operandi” de este gijonés no es nuevo. De hecho, lleva varios años especializándose en la estafa. Según las reseñas policiales que lleva a sus espaldas, comenzó frecuentando comunidades de vecinos –tuvo varias víctimas en el barrio gijonés de Laviada– para proponerles un cambio de compañía con grandes ventajas que hacía la oferta irrechazable, pero más tarde encontró en el teléfono un cauce más rápido para lograr sus objetivos. En todas sus tretas mostraba una gran seguridad y simpatía, con muchos datos que lograban convencer a muchas de sus víctimas para que satisficieran las supuestas deudas. La última vez que fue detenido por agentes de la Policía Nacional de la comisaría de El Natahoyo se había embolsado cerca de 40.000 euros con sus estafas.

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