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La biblioteca gijonesa de El Coto ya luce el nombre de Sepúlveda: “Para él habría sido un honor”

La viuda del escritor chileno, fallecido en 2020 por covid, vivió con emoción el homenaje que le rindieron ayer dedicándole un espacio cultural

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En imágenes: Homenaje a Luis Sepúlveda en la biblioteca de El Coto. Juan Plaza

Carmen Yáñez se pasó gran parte de la mañana pañuelo en mano, secándose las lágrimas de la emoción, y con muchos abrazos con todos los amigos y conocidos del barrio de El Coto, de la ciudad de Gijón y del mundo de la cultura, que ayer no quisieron faltar a un día muy especial. La Biblioteca de El Coto, como había avanzado LA NUEVA ESPAÑA, fue bautizada con el nombre de Luis Sepúlveda. El escritor chileno, fallecido hace dos años víctima del covid –fue el primer contagio en la región–, recibió un homenaje entrañable, en el que estuvieron su esposa, sus hijos Carlos, Jorge y Paulina, y también su nieta Camila. Hoy se sumarán otro hijo, Sebastián –los dos restantes, Max y León, no pudieron desplazarse–, y otro nieto, Samuel, que vendrán desde Alemania para presenciar los actos para homenajear al popular escritor, que dejó huella en Gijón con la organización del Salón Internacional del Libro Iberoamericano.

Por la izquierda, Xuan Bello, Beatriz Rato, Laura Castañón y Josu Monterroso, durante el coloquio para recordar la figura del escritor chileno, en el Centro Municipal Integrado de El Coto. | Juan Plaza

“Seguramente estaría muy orgulloso del acto, de cómo la ciudad de Gijón le ha dado este espacio, que para él habría sido un honor realmente haberlo tenido cuando estaba vivo, pero siempre fue reconocido aquí, la ciudad le dio muchísimo, y él le devolvió todo”, expresó su viuda, Carmen Yáñez, que ahondó en el flechazo que tuvo Sepúlveda con Gijón y el empeño que puso para poder llegar a vivir en la ciudad. “Su relación con Gijón fue de amor a primera vista, se enamoró cuando estaba en Hamburgo, con el tiempo soñaba con vivir en Gijón, hasta que finalmente lo consiguió”, añadió.

En el acto oficial, celebrado ayer por la mañana, se desplegó una placa con su nombre a la entrada de la Biblioteca de El Coto. En su interior además aparece un retrato suyo, que observaron durante un buen rato sus familiares. “Es maravilloso este homenaje e inesperado”, indicó su hija Pauline. “Lo habría agradecido mucho”, recalcó su nieta Camila Orbea, estudiante de Filosofía en la Universidad de Salamanca.

La alcaldesa de Gijón, Ana González, explicó el motivo por el que decidieron que este espacio llevase su nombre, después de que se le hubiese nombrado hijo adoptivo de la villa. “Pensamos mucho cuál sería el mejor homenaje, porque realmente pensábamos que Gijón tenía que rendirle un tributo. Es hijo adoptivo de la ciudad, pero nos parecía que necesitábamos algo físico, un punto referencial, y alguien que ha sido tan significativa en el mundo de la literatura”, comentó, instantes antes de alabar su figura: “Fue uno de los escritores en lengua castellana más conocidos del mundo, más traducido y leído, y que más impronta ha dejado”.

Ana Alonso, responsable de la Biblioteca de El Coto, recalcó sobre Sepúlveda su carácter “generoso y acogedor” y aludió al “honor que supone llevar su nombre”. Por su parte, Jesús Fernández, bibliotecario, llevó a cabo una entrañable glosa sobre Sepúlveda, con aspectos personales y cercanos. “Conocía desde pequeño la geografía asturiana de memoria, por sus raíces familiares; siempre recordaba que todos los jueves en la Casa de Asturias de Chile comían fabada, y que recibían esa comida con compango, sidra y cigarrillos celtas una vez al año”, indicó, para continuar con una cariñosa descripción: “Fue uno de los grandes escritores de la literatura contemporánea, cuentista, columnista, cineasta, dramaturgo, poeta y comprometido siempre con la lectura y su fomento”.

En la primera jornada de homenaje a Luis Sepúlveda, los escritores asturianos Josu Monterroso, Xuan Bello, Laura Castañón y Beatriz Rato comentaron su obra en un coloquio. Para hoy el programa de actividades se traslada al Antiguo Instituto, donde narradores, poetas y amigos, como Alejandro Céspedes, Bruno Arpaia, Elsa Osorio o Karla Suárez, recordarán su figura.

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