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La figura de la semana Felisa Soria Caro Funcionaria municipal, acaban de concederle la Medalla de Plata de Gijón

Felisa Soria, una mujer a jornada completa

La acción feminista marca la ruta vital y laboral de esta psicóloga que se jubila del Ayuntamiento tras pasar por la UP y la Oficina de Igualdad

Felisa Soria vista por Pablo García.

A Felisa Soria Caro le quedan pocas semanas para decirle adiós al Ayuntamiento de Gijón. Se irá desde su actual puesto con vistas a la Plaza Mayor en la Dirección General de Servicios pero quien haga memoria de la larga trayectoria profesional de Feli como trabajadora municipal la recordará, sobre todo, por sus años en la Universidad Popular, primero, y en la Oficina de Políticas de Igualdad, más tarde. Allí es donde esta gijonesa del barrio de Moreda nacida en Avilés hace 63 años hizo que todo confluyera: su trabajo con su creencia en la educación y la participación como herramientas para la formación de una ciudadanía libre y su fuerte compromiso con el feminismo.

A muchos la jubilación les reporta una comida de despedida con los compañeros y un reloj nuevo que guardar envuelto en cariño y olvido en un cajón. A Felisa Soria la jubilación, cosas de la vida, le trae una medalla. Y no una medalla cualquiera: la medalla de plata de la villa. Una de las máximas distinciones que concede el Ayuntamiento de Gijón. El Pleno, por aclamación, se la otorgó hace unos días en la misma sesión donde fueron distinguidos el Centro de Educación de Personas Adultas, la Fundación Alpe Acondroplasia y la compañía de teatro “Quiquilimón”. La medalla la recogerán en un acto oficial el próximo día 29, festividad de San Pedro.

Casi seguro que ser medalla de plata de Gijón no estaba en los sueños infantiles de la menor de los dos hijos de Agustina y Francisco, un matrimonio extremeño que emigró en los cincuenta desde la localidad cacereña de Zarza la Mayor a Avilés buscando, como otros muchos, una vida mejor a partir de un trabajo en Ensidesa. La familia acabó asentándose en el barrio de San José y Feli aplicándose en unos estudios que la llevaron a hacer el bachillerato en el avilesino instituto Carreño Miranda y estudiar Psicología en la Universidad de Oviedo.

Es como veinteañera psicóloga recién licenciada como Feli llega a la también recién fundada Universidad Popular de Gijón para dar un curso de de educación sexual. Se vino para veinte horas pero la cosa se fue liando y a la UP dedicó un cuarto de siglo de su vida. En 1993 accedió a la plaza de directora de programas, desde la que coordinó el área de necesidades educativas especiales.

Felisa Soria vista por Pablo García.

El compromiso con la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, que siempre ha estado en el epicentro de la vida de Soria, también se dejó ver en esos tiempos. Aunque alcanzó mayor relevancia cuando en 2007 la entonces concejala socialista Begoña Fernández la llamó para proponerle ir en comisión de servicios a la Oficina de Políticas de Igualdad para asumir la dirección. Allí estuvo durante los gobiernos de las tres mujeres que se han repartido la Alcaldía gijonesa en los últimos años: Paz Fernández Felgueroso, Carmen Moriyón y Ana González.

No esconde Feli que le costó decir adiós a la la UP pero lo hizo. Y así paso a una segunda gran etapa profesional en el Ayuntamiento que duró 14 años. Desde la Oficina, y en esos años, se reforzaron los servicios del Centro Asesor de la Mujer, se impulsaron acciones educativas como “Educar por la Igualdad”, se desarrolló el multitudinario proyecto “Femenino y Plural” con las asociaciones vecinales, se potenció el Consejo de Mujeres y se pusieron en marcha actuaciones de prevención de la violencia de género.

La mezcla de formación, participación y feminismo se dejó sentir en uno de los proyectos que más ha marcado a Felisa Soria: la creación desde la UP de la Tertulia de Mujeres de El Llano. Un primer intento de movilizar a las mujeres en los barrios. Para Feli fue una experiencia importante. Una muestra más de una militancia feminista tan teórica como práctica que la convirtió en conferenciante hablando de la “Liberación y evolución de las mujeres gijonesas en la segunda mitad del siglo XX” pero también una de las asturianas que presentaron en 2008 escritos ante el juzgado de autoinculpación por haber abortado, en una campaña a favor de la modificación de la ley que regulaba la interrupción voluntaria del embarazo.

El feminismo es también el tema de sus lecturas favoritas y quizás, cuando busca ficción, de su debilidad por Almudena Grandes. Leer le gusta y viajar le encanta. En su agenda de viajes queda constancia de su paso por media Europa pero algunos de sus mejores recuerdos llegaron del otro lado del charco. De sus viajes por Latinoamérica con paradas, entre otros, en México, Chile y Brasil. Justo de donde es Toquinho uno de sus músicos favoritos. Sin olvidar a la caboverdiana Cesaria Evora. Que sus gustos la sitúen en la onda de la música étnica no excluye que haya ido a los conciertos de los más grandes que pasaron por Gijón. ¿Cómo decir que no a Tina Turner, “Dire Straits” o los “Rolling Stones”?

Dicen sus amigos que es una manitas a la que las manualidades y la decoración se le da más que bien. Unas habilidades a las que podrá dar rienda suelta en su tiempo de jubilación montando el piso que se acaba de comprar. Aunque puestos a fijar prioridades quien gana es Noa. Esa pequeña de seis meses nieta de su hermano Valentín es la debilidad de Felisa. A ella, seguro, le dejará jugar con su medalla de plata de Gijón.

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