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Comienzan las pruebas para crear una bolsa de socorristas: “Siempre nos quedamos cortos”

Las piscinas de El Llano acogen la selección, “más dura que en otros ayuntamientos”, en la que participaron cuatro lancheros y 28 socorristas

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En imágenes: Pruebas de selección para nuevos socorristas en Gijón Ángel González

Las piscinas municipales de El Llano acogieron ayer las pruebas físicas para crear una nueva bolsa de trabajo de socorristas en las que participaron cuatro lancheros y 28 socorristas. Es la cuarta bolsa activa en el Ayuntamiento de Gijón, pero toda previsión es poca porque “siempre nos quedamos cortos”, reflexiona Pablo Ferrío, jefe del servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento. “La mayoría son chavales jóvenes que o bien se sacan la oposición que estén preparando o bien encuentran un trabajo fijo. Y aunque vaya por orden de antigüedad es más que probable que los mejores de esta selección acaben este verano en el equipo de salvamento”, añadió Ferrío.

Las pruebas de ayer consistieron en una carrera de 200 metros, por el entorno de las piscinas, y luego las actividades en el agua, que incluyeron nadar 75 metros en estilo libre y otros quince metros con la vista al frente y sin balanceo de cabeza, otros diez metros de buceo y emerger a la superficie con un maniquí boca arriba para arrastrarlo durante otros 25 metros con ambas manos, propulsándose solo con los pies. Ese maniquí, al llenarse de agua, “es como llevar a una persona de 80 kilos”, detalló Nacho Noriega, presidente de la Federación de Salvamento y Socorrismo del Principado de Asturias, que supervisó ayer los recorridos de los postulantes. Si lograban completar esas labores en el tiempo fijado (3 minutos y 10 segundos para los socorristas acuáticos y 3 minutos y 20 segundos para los lancheros), a continuación, debían realizar la maniobra RCP (reanimación cardiopulmonar) al muñeco. “Las pruebas aquí son más duras que en otros ayuntamientos, pero siempre ha sido una tradición en Gijón”, añadió Nacho Noriega.

El primero en realizar las pruebas fue Héctor Álvarez, un joven gijonés que lleva una década trabajando como socorrista, una profesión que siempre ha tenido como “una vocación”, pero en otras zonas de la región. “Las pruebas están bien, no son especialmente difíciles y espero tener opción, porque las bolsas siempre se van moviendo mucho”, explicó tras completar el recorrido dentro del tiempo marcado.

A las pruebas físicas se suma un examen teórico de tipo test al que solo acceden quienes consiguen superar la primera parte del proceso de selección. Las materias de estudio son variadas, desde los principios generales del socorrismo hasta las zonas de baños de Gijón o las normas de funcionamiento del servicio de vigilancia y salvamento en playas del concejo. Todos los aspirantes deben ser mayores de dieciséis años. “Gijón es uno de los ayuntamientos que mejores condiciones ofrecen a los socorristas”, destacó Pablo Ferrío durante el proceso de selección.

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