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Manolo García, entrega total entre el hoy y el ayer

El artista brinda un gran concierto con "canciones antiguas que gustan" y nuevas, y agradece el "maravilloso" clima de Gijón

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En imágenes: Concierto de Manolo García en el Gijón Life Juan Plaza

Con la misma entrega de siempre, sus temas míticos y el estreno en Gijón con nuevos temas. Esos fueron los ingredientes del recital ofrecido ayer por Manolo García en la explanada de Marina Civil, donde se está celebrando el Gijón Life. "Gracias, muchísimas gracias, sois unos campeones", fue la bienvenida del artista catalán para disfrutar de una velada que arrancó con veinte minutos de retraso, fruto de la cantidad de gente que todavía quedaba por entrar cuando el reloj marcaba las diez de la noche.

Manolo García presentó ayer en la ciudad lo último de su doble álbum, "Mi vida en Marte" y "Desatinos desplumados", los dos lanzados el mismo día, de 14 y 13 temas cada uno de ellos. Con "Insurrección" comenzó el concierto y "Lejos de las leyes de los hombres", tema de "El último de la fila". Temas nuevos y de siempre fue la tónica general del recital, pues, como el propio intérprete reconoció, es un cantante entregado al que le gusta satisfacer al público, por eso no se cansa de "rescatar canciones antiguas que sabe que gustan y combinarlas con las nuevas".

Los guiños al público, entregado de principio a fin, también se fueron intercalando entre las melodías. "Qué alegría veros y veros contentos, con ganas", pronunció Manolo García, que también aprovechó por recordar lo mal que se pasó durante la pandemia, además de un férreo alegato a favor de la cultura. "Es imprescindible en este mundo actual nuestro", aseguró antes de interpretar "Lápiz y tinta", también de "El último de la fila".

La temperatura agradable de la noche de ayer en Gijón –tras una jornada calurosa– tampoco pasó desapercibida para Manolo García. "Venimos de unos calores infernales y aquí es una maravilla", reconoció antes de seguir con "Un alma de papel" y "Diez mil veranos". Con los coros de violinista llegaron "Reguero de mentiras" y "Estoy alegre". El público, entregado en todo momento a la voz limpia y entregada en cada frase del artista, que volvió ofrecer un gran concierto en Gijón. No faltaron, claro, "A San Fernando, un ratito a pie y otro caminando" y "Pájaros de barro", cumpliendo así su promesa de intercalar lo nuevo y lo de siempre.

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