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La figura de la semana Carmen Artime Suárez Presidenta de la junta local de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), que celebra hoy su gran marcha

Una comercial volcada en regalar salud

Amable y muy extrovertida, su experiencia profesional y sus contactos han ayudado a reimpulsar el listado de patrocinios del grupo en la ciudad

Una comercial volcada en regalar salud

Es difícil planificar sobre la marcha una quedada con Carmen Artime. La gijonesa, presidenta de la junta local de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) desde el pasado 2019, lleva ya muchos años acostumbrada a convivir con una agenda siempre llena de compromisos. Los tuvo, primero, durante su larga trayectoria empresarial, siempre vinculada al comercio y la distribución. Y los tiene ahora, orgullosa de ser el rostro visible de la asociación en Gijón, para la que tuvo que gestionar la complicada parálisis que trajo la pandemia y su reimpulso actual, con un calendario de actividades frenético. La de hoy, la gran carrera que parte esta mañana desde el Náutico y que se vaticina como multitudinaria, es la más importante del año para el grupo, pero el equipo de Artime trata desde hace tiempo de diversificar cada vez más su programación a lo largo de todo el año. Cualquier excusa sirve: torneos de golf, campeonatos de pádel, regatas de vela. Citas de todo tipo que salen adelante tras un sinfín de reuniones que la gijonesa gestiona con la profesionalidad de su experiencia como comercial. Sus contactos y su saber estar han servido de revulsivo para la asociación.

Artime, nacida en 1970, comenzó a vincularse al grupo en 2015, cuando desde la entidad recurrieron a ella para explicarle que estaban en busca de nuevos voluntarios, a poder ser con buenos contactos, para darle un impulso a la red de colaboradores y patrocinadores. Y ella aceptó porque había visto de primera mano la crueldad del cáncer en personas muy cercanas. Sabía de la confusión tras las primeras semanas tras el diagnóstico, de la frustración de las recidivas y de la importancia de tener una voz amiga que te ayude a entender el funcionamiento de una enfermedad muy conocida, pero con demasiadas aristas.

La comercial se puso a disposición del grupo y al segundo causó buena impresión. Daba confianza aquella mujer tan alta y tan morena que parecía conocer a todo el mundo y podía improvisar una conversación amena con desconocidos sobre cualquier tema. Las empresas y voluntarios la escuchaban, y ese primer paso es fundamental para una asociación que vive, en gran parte, gracias a la confianza de sus colaboradores. Su buen trato se extendió también desde el principio a socios y pacientes, que agradecían la empatía de la nueva integran y, a la vez, su capacidad de sacar siempre un detalle alegre hasta de las conversaciones más tristes. Artime era un buen fichaje.

A los tres años, a finales de 2018, el por entonces presidente de la junta local, Jorge Areces, anunció que daba un paso atrás en el grupo y que buscaba a alguien que le diese el relevo. Y el nombre de Carmen Artime fue el primero que se cruzó por la cabeza de la mayoría de socios. Tuvo el especial beneplácito del consejo provincial de la asociación –la delegación central de Oviedo– y de buena parte de la junta local. Ambas agrupaciones entendían que la asociación en Gijón necesitaba de un perfil con cierta presencia institucional y que ya tuviese experiencia a nivel personal con el grupo para no romper con los lazos ya creados y tejer otros nuevos. Artime aceptó, y desde el primer momento ya anunció su intención de ampliar el calendario de actividades del grupo.

Desde entonces, y pese a que la pandemia impidió durante meses cualquier tipo de campaña presencial, la junta local ha logrado mantener una presencia activa y continuada en la ciudad, amparada en parte por el prestigio de la asociación a nivel nacional, pero también por el trato cercano de Artime y el resto de su equipo. Que la marcha de hoy cuente con cientos de inscritos es un ejemplo de ello, ya que Gijón está muy vinculada a la llamada Carrera de la Mujer, organizada por otra entidad. Que pese a ello la "marea verde" de la AECC solo haya logrado hacerse un hueco en el calendario local, sino consolidarse como una de las marchas solidarios más importantes de la ciudad, supone una "rara avis" en el territorio español.

La asturiana dejó de lado su trayectoria profesional, tras haber pasado casi toda su vida vinculada a una misma multinacional, donde gozaba de una posición estable y de prestigio, para volcarse de lleno en la gestión de la asociación. Se lo toma como un trabajo, uno muy serio, pero esta nueva labor también le ha aportado cierta tranquilidad porque, por fin, ha podido asentarse en su casa familiar de Quintes sin la obligación de tener que hacer las maletas cada tres días por un viaje de negocios.

En lo personal, Artime, casada y con un hijo –ambos colaborar también con la asociación siempre que pueden–, es una gran amante del deporte. Jugó al baloncesto en su juventud, y de forma bastante notable, pero una lesión de rodilla frustró cualquier posibilidad de aspirar a niveles profesionales. Pese a ello, se mantiene muy activa, y ha podido ver su genética heredada en su hijo, Jorge Torres, que ha mostrado ser muy hábil en las canastas. Y de puertas para adentro la agenda también es muy compleja. Extrovertida y muy sociable, tiene varios grupos de amigos y suele apuntarse, si tiene tiempo, a casi cualquier plan que implique estar al aire libre y mantenerse activa. Muchos de sus amigos colaboran desde hace años con AECC y todos han recibido las instrucciones claras de Artime: participar en los torneos solidarios siempre que se pueda, difundir las actividades del grupo en redes sociales y aprenderse de memoria la frase "entresuelo derecha de la calle Langreo, número 11", la dirección del local de AECC en Gijón.

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