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Por la izquierda, José Luis Moral, Ramón Rodríguez, Alfredo Rodríguez y José Manuel Brandariz, ayer, en un local de El Molinón.

Ilusión y dudas entre los hosteleros y vecinos del entorno de El Molinón

"Será una maravilla, salvo que los negocios que están ahora se vean afectados", sostienen los seguidores sobre el planteamiento de Orlegi

La transformación de El Molinón y de su entorno genera ilusión y dudas a partes iguales entre hosteleros y aficionados del entorno del campo. Fue el tema principal de conversación entre las terrazas de los bajos del estadio. "Será una maravilla, salvo que los negocios que están ahora en los bajos se vean perjudicados", apuntaba Ramón Rodríguez, vecino del barrio de Pumarín y socio del Real Sporting desde 1978, mientras contemplaba las recreaciones del proyecto en el periódico.

De izquierda a derecha, María Fernanda Martín, Valentín Abad, Montse Matilla y Rubén Morán, ayer, en los bajos de El Molinón.

La de Ramón Rodríguez era una opinión compartida por Jorge Pérez, encargado del establecimiento La Cañada Real, situado en los bajos de El Molinón: "Todo lo que sea a mejor, bienvenido sea. Eso sí, será complicado hacerlo, pero si se hace bien también será bueno para la hostelería de la zona".

El nuevo estadio rojiblanco proyectado por Orlegi Sports sobre el actual campo conlleva cambios radicales, tanto en el propio estadio como en su entorno, que se dotaría de un amplio espacio de zonas verdes. Otro de los cambios sustanciales pasaría por el soterramiento del actual aparcamiento, y ese es un tema que preocupa espacialmente a los aficionados y a los hosteleros. "Todavía faltan muchos detalles por salir a la luz, pero está claro que quitar el aparcamiento y, previsiblemente, hacerlo de pago, nos traería consecuencias", advierte José Manuel Bodenlle, encargado del local Tierras Gallegas. Una óptica compartida por Marcos Castro, jefe de sala del asador Lúpulo. "Subterráneo no será lo mismo. Quitar aparcamiento afectaría mucho, porque vivimos de esto y quedaría en nada si la gente no puede venir con el coche como hacen ahora. Además, esas obras van a durar años. ¿Qué va a pasar con nosotros?", dice el hostelero, reconociendo, eso sí, que "la infraestructura que han presentado es todo una pasada".

Otros aficionados, como María Fernanda Martín, opinan que "el diseño es muy bonito, pero igual es proyecto demasiado ambicioso para lo que es Gijón". "Para llevarlo a cabo habría que saber cien por cien que El Molinón va a ser sede del Mundial, para ir sobre seguro", apunta por su parte Rubén Morán durante la tertulia generada en uno de los establecimientos de los bajos del estadio gijonés.

La Guía y La Arena

También los vecinos del entorno están pendientes de los acontecimientos. "Que se acuerden que el estadio es del Ayuntamiento", advierte Tita Caravera, presidenta vecinal de La Arena. Desde la asociación de vecinos de La Guía, el presidente, Paulino Tuñón espera que el proyecto "salga bien": "Me parece bien todo lo que sea mejorar una zona tan querida para la Guía".

Por su parte, la portavoz municipal de Podemos-Equo, Laura Tuero, pide a Orlegi Sports "transparencia y claridad absoluta, tanto en el proyecto como en las vía de financiación". "De todo esto no se dijo nada en la primera reunión del grupo de trabajo del Mundial celebrada en el Ayuntamiento, donde solo se trató un breve documento que nos entregaron", explica Tuero, lamentando que "mal empezamos cuando nada se sabe en Gijón y al siguiente se anuncia en Madrid, a 500 kilómetros, este macroproyecto".

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