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La constructora del depósito del Arbeyal reclama un pago adicional de 1,5 millones

La empresa justifica su exigencia por la subida de los materiales y costes añadidos, que elevaría a unos 11,5 millones la obra iniciada en 2018

Una vista del pozo de tormentas del Arbeyal. | Ángel González

La empresa que se ha encargado de construir el pozo de tormentas del Arbeyal acaba de presentar una reclamación económica ante la Empresa Municipal de Aguas (EMA). FCC exige que se le paguen 1,5 millones más de lo previsto tras sumar al contrato inicial, firmado en 2018 el resultante de la aprobación de los dos modificados que tuvo la obra, uno aprobado en 2019 y el otro a finales del 2020. Tras ese último modificado el coste total de la obra quedó en 8,3 millones –que se elevan a 10 con la suma de los impuestos– y el plazo de ejecución pasó de los 22 meses iniciales a 29. Si se atiende la exigencia de la constructora el presupuesto total se alargaría hasta los 11,5 millones, con IVA.

La reclamación de la constructora complica la liquidación final del pozo de tormentas del Arbeyal, que al contrario que el de Hermanos Castro, no había dado grandes quebraderos de cabeza al equipo de la EMA. Sobre los problemas de construcción de Hermanos Castro aún está pendiente la presentación de las conclusiones de la comisión de investigación abierta en el Ayuntamiento. Problemas en el proyecto constructivo detectados cuando la obra ya estaba en marcha obligaron en abril de 2020 a plantear un cambio que conllevó la ampliación del plazo de obra en un año y un coste añadido de 2,5 millones, que disparó a 11 millones el coste final.

El problema con el Arbeyal tiene una repercusión igual de millonaria pero un contexto diferente. Los dos argumentos centrales de la exigencia de FCC Construcción, que presentó su reclamación ante la empresa hace unos días vía registro, hacen referencia al incremento de los precios de los materiales en el mercado y a costes colaterales que le supusieron la ampliación de plazos de una obra que, además, entienden creció con elementos que no estaban incluidos en ninguno de los dos modificados del contrato inicial.

Ahora mismo desde la EMA se están realizando consultas con la empresa que les asesora en materia de contratación de cara a dar una respuesta a las peticiones de FCC Construcción una vez sean analizadas con detalles. El proceso está en el ámbito administrativo aunque la dirección de la empresa municipal no es ajena al hecho de que el asunto puede acabar en los tribunales si FCC recibe una respuesta desfavorable a su petición.

El pozo de tormentas del Arbeyal se puso en funcionamiento el verano del año pasado. De hecho, su conexión a la red de colectores se anticipó al final completo de la obra, a la que aún faltaba rematar la reurbanización de la plaza. Un espacio de gran uso ciudadano tanto por su engarce con el paseo de la playa del Arbeyal como por tener en su entorno varios equipamientos públicos de carácter docente y sanitario. Además de la propia sede de la Empresa Municipal de Aguas. De hecho, ahora mismo, está en proceso de licitación un paquete de obras complementarias a esa urbanización.

El depósito de tormentas del Arbeyal se impulsó desde la EMA como fórmula efectiva para, entre otras cosas, poner fin a las inundaciones que se sufrían en el cercano entorno de la avenida del Brasil cada vez que llovía fuerte. Su licitación se hizo en marzo de 2018 y tras revisar las ofertas de la veintena de empresas que presentaron su candidatura se adjudicaron a FCC Construcción. El presupuesto de licitación fue de 10, 7 millones sin IVA y el de adjudicación, también sin el IVA, de 7,2. Aunque el acta de comprobación del replanteo se hizo en agosto la obra no se inició hasta noviembre de ese año, cuando llegó la necesaria licencia municipal.

Por razones técnicas se hicieron dos modificados de una moderada envergadura económica: 721.138 euros el de agosto de 2019 y 364.288 euros de importe adicional e el aprobado de noviembre de 2020. El plazo inicial para las obras era de 22 meses que se prolongaron a 29 tras esos cambios. Ya con el modificado número dos aprobado surgieron dos imprevistos que impidieron rematar el trabajo en el plazo correspondiente. Por un lado, el retraso en la expropiación de unos terrenos que eran de la Tesorería General de la Seguridad Social y que eran necesarios para construir una arqueta y, por otro, un cambio en el trazado del carril bici de la zona que obligó a reajustar el diseño de la iluminación de la plaza. En ese contexto, la EMA dio cuatro meses más de plazo a la constructora fijando el 28 de agosto de 2021 como fecha final de la obra. Más de un año después, el pozo está operativo pero el coste definitivo no está cerrado.

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