Que lo apruebe o no el Pleno ya es otra cosa, pero el Consejo de Movilidad dio ayer un mayoritario respaldo al Plan de Movilidad Sostenible. Un más que satisfecho Aurelio Martín festejaba a la salida de la reunión «el nivel de madurez de la sociedad civil que con su ejemplo de capacidad de propuesta ha permitido que haya un Plan mejorado y que sea más de todos» y les agradecía a las entidades «sus esfuerzos por aportar sin situarse en el ruido y la bronca» en un mensaje a los grupos políticos de la oposición. El consenso social fortalece el Plan de cara a su aprobación final en sede municipal.

El dictamen favorable al Plan, con la inclusión de la exigencia al Ayuntamiento de aprobarlo en el menor tiempo posible, sumó en la reunión de ayer 21 votos a favor, 3 abstenciones y dos votos en contra. El rechazo fue de Vox y la Federación «Les Caseríes», pese a incorporar al documento final sus alegaciones en favor de la zona rural; las abstenciones de Podemos, Ciudadanos y la representación de los colectivos motoristas y entre los «síes» estaban Asetra, la Corporación Asturiana del Transporte, Otea, la Unión de Comerciantes, UGT, Comisiones Obreras, la representación de los consejos de Juventud, Mujeres y Medio Ambiente, la Federación Vecinal y el Principado, entre otros. Aunque no estuvo presente también envió un correo de apoyo Cocemfe. En lo que tiene que ver con la representación política no fueron a la reunión Foro y PP.

El dictamen se hace sobre la suma del documento inicial, las incorporaciones que se tramitaron durante el periodo de alegaciones y las conclusiones de la jornada de trabajo realizada hace unos días en El Coto. Los últimos ajustes promovidos desde esa jornada suponen, además de dar mayor nivel de detalle a algunas medidas, incorporar dos nuevos puntos: uno para garantizar el papel protagonista del consejo de Movilidad en todas las acciones del Plan y otro fijando el estudio de fórmulas de colaboración público–privada en el desarrollo de aparcamientos para residentes para que la oferta de plazas se ajuste a la realidad socioeconómica de los barrios donde se implanten. También se profundizará en el impacto de género del Plan. En lo que tiene que ver con las actuaciones en barrio se concreta que las restricciones en la zona de bajas emisiones de La Calzada –ampliada al Lauredal– se vincularán a la ejecución de las obras del vial de Jove.

La concejalía ha dado hasta el 15 de diciembre a la empresa redactora del Plan para que incorpore todos los cambios y presente el documento final que llevar a la aprobación de la Junta de Gobierno. Documento que antes de llegar al Pleno tiene que conseguir del Principado la declaración ambiental estratégica. No se esperan problemas en ese trámite. Quizás haya más debate en la fase de tramitación interna en comisión municipal donde los partidos tienen la opción de hacer aportaciones. La necesidad de completar todas esas fases demorará llevar el documento al Pleno a enero o febrero.