Fernando Barrios lleva su obra sobre el retrato y lo cotidiano a Llamazares

Son unas 30 obras entre pintura y escultura. Todo gira en torno al retrato y lo cotidiano. Con el juego y la experimentación muy presentes. Y con esas reflexiones que se producen en cada viaje diario que el autor divisa desde su casa al estudio. «Nota anterior al lenguaje» es la muestra que se inaugura este jueves en la Galería Llamazares, espacio en el que estará expuesta hasta el próximo 26 de agosto.

«El tema principal es el retrato, más bien el autrretrato, hablo de lo cotidiano, de mi trayecto diari ode casa al estudio. Transmito la idea de pensar más con imágenes que con palabras», afirma el artista madrileño, que se estrena en la galería gijonesa. «Mi estudio está en una zona un poco abandonada, semi industrial, con una escombrera. Así que en la obra que hago hablo de muros y escombros, que es lo que veo, aparte del urbanismo de esta zona de Madrid», prosigue Barrios, que desvela cómo nació en parte esta muestra, con ese deseo de darle un tono más amable al arte que pasaba más desapercibido: «Eso que se puede ver como un graffiti o suciedad al principio, si pudiésemos arrancar ese trocito de muro, pues le daríamos valor y al ponerlo en una pared blanca veríamos belleza».

Formado en Diseño por la Universidad Complutense de Madrid y en Artes Plásticas y Diseño por la Escuela de Arte 12 de Madrid, la obra de Fernando Barrios ha estado expuesta en diferentes espacios como el Centro de Arte de Alcobendas, el Centro Cultural José Saramago, Mad is Ma o en Zapadores Ciudad del Arte. Ahora se podrá ver en Gijón con una propuesta en la que aparece por un lado la pintura. «Me baso en la parte emocional del diseño y el color», desvela, antes de añadir: «He intervenido mucho con el color azul de cielo, muy de juguete e infantil, que hace que existe ese contraste entre algo que es muy infantil y la pobreza. Aunque desde fuera probablemente se vea ese toque más triste».

En cuanto a la escultura, Barrios relata la técnica que utiliza: «La hago con escombros, que recojo cerca de casa. Y así de alguna manera doy valor a lo que fueron esos escombros, restos de casas en los que habita una familia, que todavía conservan parte de esas historias». Y añade también esa línea: «Con el papel pintado le doy un resignificado, de manera honesta y espontánea».