Aitor Martínez Valdajos | Director de la Fundación Municipal de Cultura

Aitor Martínez Valdajos, director de la Fundación Municipal de Cultura de Gijón: "Ampliaremos la Feria del Libro a cinco días; como el Poex, tiene mucho potencial"

"La residencia de artistas lanzará su primera convocatoria en abril y reservaremos plazas a autores vinculados a Asturias y a jóvenes"

Aitor Martínez Valdajos

Aitor Martínez Valdajos / Juan Plaza

El historiador Aitor Martínez Valdajos (Gijón, 1985) dirige desde el pasado septiembre la Fundación Municipal de Cultura, una entidad inmersa, ahora, en un nuevo marco cultural, la llamada vía gijonesa, que incorpora el plan de Tabacalera como su gran proyecto estrella y que ha puesto ya en marcha una residencia artística en el palacio de San Andrés de Cornellana en Contrueces.

–Dentro de los proyectos culturales que se han ido diseñando, ahora hay también un marco: la vía gijonesa. ¿Cómo la definiría?

–Marca una línea de trabajo y un compromiso, político, por parte de la Alcaldesa y de la concejala de Cultura. Contar con eso, para el sector cultural, ya es clave. Ahora queremos identificar cuestiones ligadas a la identidad cultural local que hay que potenciar y, también, relacionar la ciudad con otros equipamientos, instituciones y colecciones estatales e internacionales. El marco, la clave del éxito, es buscar la convivencia entre lo local y lo de fuera.

–El núcleo será Tabacalera. ¿En qué punto se encuentra?

–Tras el nuevo plan de usos, ahora tenemos claro que va a ser un equipamiento museístico que tiene que reflejar perfectamente el patrimonio arquitectónico del edificio y presentar las colecciones museográficas que permitan estos discursos ligados a lo local y, a la par, entrar en contacto con instituciones y colecciones de circuitos nacionales e internacionales. Se está trabajando en ello.

–¿Se parte de la base de que en la ciudad faltaban espacios expositivos?

–De este estilo, sí. La principal sala de exposiciones actual es la del Antiguo Instituto, y tiene muy buena programación –este jueves presentaremos una exposición dentro del circuito internacional de Paolo Gasparini, que vendrá a Gijón–, pero se nos queda corta: son 600 metros cuadrados y no está en un equipamiento museístico como tal. Faltaba un equipamiento más amplio y mejor dotado con la perspectiva actual de las infraestructuras culturales: con montacargas, climatización... Tabacalera nos brindará miles de metros cuadrados. En esta vía gijonesa, además, ya se empiezan adelantar cosas, como el espacio de residencia artística.

–El palacio de San Andrés de Cornellana. ¿Cuándo se lanzará la primera convocatoria?

–En diciembre se abrió un proyecto piloto y ahora, en primavera, probablemente ya este abril, se publicarán las bases.

–¿Se mantiene la previsión de acoger a unos 15 artistas al año?

–Sí. En este primer año serán los cuatro de la fase piloto de ahora y en la primera convocatoria se seleccionarán hasta 10. Eso ya nos da 14, y puntualmente tendrá cabida algún artista más a lo largo del año, seguramente, para estancias más cortas. En el palacio, además de la financiación de proyectos y seguimiento técnico por parte de la Fundación, también queremos organizar actividades que liguen esos proyectos al territorio.

–Si Tabacalera suple la falta de espacios expositivos, ¿qué suple el palacio que no tuviese ya la residencia de LABoral Centro de Arte?

–Ofrece espacios de trabajo que posibilitan a mayores que artistas de fuera puedan también residir en la ciudad. Lo hacía LABoral, y muy bien, pero la ciudad no lo ofertaba desde el ámbito municipal y eso nos permite ampliar el marco: el artista puede beneficiarse de nuestro seguimiento técnico y de cualquier taller propio u otra ayuda que le podamos brindar.

–¿Hay fechas?

–Vamos a formar una comisión de valoración con técnicos de la Fundación de Cultura y con profesionales externos de las artes escénicas, plásticas, visuales y de creación literaria. La idea es que los proyectos seleccionados se incluyan en un calendario a desarrollar a partir de junio o julio, hacia el verano, y hasta la primavera del año siguiente. Cada proyecto durará entre uno y seis meses, pero seremos flexibles.

–Habla de creación literaria. ¿La residencia será también para escritores?

–Sí, quisimos ser aperturistas con los criterios de selección.

–¿Y la idea es traer a artistas de fuera?

–Sí, pero se garantizará que un mínimo de proyectos sean de artistas que estén ligados al territorio asturiano y otros de artistas menores de 35 años.

–¿Siguen aspirando a captar fondos para este plan?

–Hay posibilidades de financiación europea. Estamos esperando a que se convoquen ayudas.

–¿Cuál será el futuro de la Casa Natal?

–En estos próximos años se irán definiendo los discursos expositivos de cada espacio. Pero, si Tabacalera será el espacio en el que se presentan los discursos ligados a la historia del propio edificio y a las colecciones artísticas de la ciudad, parece adecuado que la Casa Natal de Jovellanos no pierda su esencia y potenciar su uso para la investigación y difusión sobre la vida y obra de Jovellanos.

–¿Y el Revillagigedo?

–Tenemos el acuerdo que se firmó desde el Ayuntamiento con la Fundación Cajastur y que, por las declaraciones que han hecho, parece que podrá mantenerse, lo cual sería una auténtica suerte. Por ahora, se recupera ya el edificio para la ciudadanía y se inaugura una exposición muy ambiciosa (el día 22) que ilustra la importancia que el desarrollo industrial aportó a la creación artística de nuestra ciudad. Eso es algo absolutamente singular, algo muy nuestro, que hasta ahora era imposible de mostrar al público por falta de espacio.

–Hay otros dos compromiso para este año: un plan de mantenimiento de museos y una dirección artística para Tabacalera.

–La dirección artística tendrá que conjugar cómo contar la historia del edificio con discursos museográficos nuevos y marcar líneas de programación novedosas. Tenemos de margen hasta que termine la obra en 2027. Respecto a los museos, la red está pasando por un momento maravilloso en cuanto a visitantes, pero hay equipamientos que por su uso continuo y su edad se deben revisar. Para este año esperamos licitar varios proyectos.

–¿Cuál es el futuro de la Campa Torres tras terminar esta segunda fase de obra? Se había presentado a fondos europeos.

–No está resuelta la convocatoria todavía, pero sí aspiramos a que nos concedan ayudas. Si no se concediese, tenemos todavía la financiación del Ministerio de Cultura, pero si llegase la ayuda europea básicamente podríamos ir más rápido. Por ahora hemos culminado una fase que ya nos ha dado sorpresas, con el descubrimiento de nuevos pozos, y ya se ha inaugurado una nueva parte de la exposición permanente.

–En la misma convocatoria se había presentado remodelar el Antiguo Instituto.

–Sí, y sabemos que no eran compatibles: si conceden una no pueden conceder la otra. Cuando se resuelva decidiremos cómo proceder.

–Estos días se celebra el Poex, un festival ya consolidado pero que tuvo una reciente polémica sobre la presencia minoritaria del asturiano. ¿Cómo ve el festival?

–Sobre esa polémica, creo que ya se ha explicado todo lo que había que explicar y que la gente puede comparar los programas y valorar por sí misma. El Poex es un festival joven, pero ya muy bien valorado y absolutamente necesario y, sobre todo, con una posibilidades de desarrollo bárbaras gracias al buen criterio de Jaime Priede. Se ha convertido ya en uno de los ejes esenciales de la Fundación en relación con la lectura junto a la Feria del Libro. Queremos fortalecerlos.

–¿Cómo?

–La Feria del Libro, además de la integración ya anunciada en la red estatal, pasará este año de cuatro a cinco días, y eso lógicamente beneficia a las ventas pero, también, permite que la programación sea más secuenciada.

–¿Y sobre el Arcu Atlántico?

–Tenemos las fechas, del 30 de julio al 4 de agosto, y aunque nos queda un poco más lejos ya estamos trabajando en ello. Tendrá mucha programación de calle y relacionaba con los territorios atlánticos, y también con nuestra propia identidad cultural y con proyectos vinculados a la ciudad, como Naval Azul. Queremos que el programa de espacio a las vanguardias en un sentido muy amplio.

–¿Y al asturiano? Siempre tuvo cabida en este festival.

–Cuando hablo de identidad cultural propia también me refiero a la lingüística, que tiene y debe tener una integración absolutamente natural en todo lo que hacemos. De la Fundación depende la Oficina de Normalización Llingüística y me consta que semana tras semana trabaja con un montón de actividades.

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