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Coportavoz de la Asamblea de Xixón y miembro de la Mesa de Coordinación de Alternativa Verde por Asturies-Equo

Xixón Sí Puede: ¿un experimento fallido?

La falta de normas en la organización y el peso del grupo municipal ponen en cuestión el modelo que se quiso aplicar

En febrero de 2015, con las Elecciones Municipales de ese mismo año en el horizonte inmediato, Equo Asturias publicó un manifiesto en el que expresaba su intención de trabajar para lograr confluencias en todos los concejos de Asturias donde fuera posible hacerlo. En dicho escrito se explicaba que "Nuestro compromiso tiene el objetivo de formar candidaturas municipales basadas en la participación ciudadana, en la regeneración democrática, en la suma de actores, en la honestidad y la generosidad de todas las personas que quieran colaborar en la consecución de un cambio radical: reiniciar la democracia y dejar fuera de las instituciones a aquellas personas que son parte del problema que nos ha traído hasta aquí. Todos los partidos y las entidades civiles tienen las puertas abiertas a buscar esa confluencia, sin pedir carnets de procedencia y sin exigir cuotas de ningún tipo.

(?) La forma jurídica no puede ser un escollo a salvar, sino que debe ser simplemente la herramienta consensuada para llevar a cabo el cambio perseguido. Según las circunstancias de cada municipio, se puede optar por agrupaciones de electores, coaliciones electorales o incluso por la fórmula intermedia de coaliciones instrumentales, en las que los partidos que firman el pacto delegan todas las decisiones a una asamblea ciudadana. Y, por qué no, quizá en algún caso se vea conveniente formar un nuevo partido que aglutine a todo lo anterior."

En su llamamiento las únicas condiciones que Equo ponía eran tres: diálogo y buena voluntad como premisa previa; transparencia, asamblearismo y paridad como forma de funcionamiento; y cambio de modelo socioeconómico, implementando medidas sociales de mayor calado y una reconversión ecológica de la economía, en transición hacia un mundo más justo y más respetuoso con todos los seres vivos y el entorno, como objetivo final".

En Asturies participamos en varias plataformas como "Unidad Popular" y "Asturies pola Unidá" conformadas por mucha buena gente, independiente o militante de otros partidos, y que aspiraba a modelos parecidos al que propugnábamos desde Equo.

Finalmente en Xixón ayudamos a construir junto a Podemos y bajo la forma de una agrupación de electores, modalidad recogida en la legislación electoral española aunque de escaso uso hasta aquel momento, la denominada CUP (Candidatura de Unidad Popular) Xixón Sí Puede (XSP). Las decisiones se adoptaron en un primer momento a través de Asambleas, con una gran participación y una ilusión desbordante. Las listas electorales se eligieron mediante un sistema "abierto a la ciudadanía" con mesas en la calle en las que podía participar cualquier persona residente en el concejo y, a diferencia de otros lugares en que se impusieron las "listas plancha" optando por un sistema más proporcional: el sistema "dowdall".

El escaso tiempo disponible antes del inicio del período electoral se dedicó fundamentalmente a debatir el programa y el código ético, dejando para más adelante la construcción de las normas de funcionamiento de la CUP. El resultado electoral fue un gran éxito (6 concejales, tres mujeres y tres hombres, de un total de 27), siendo XSP la tercera fuerza más votada en la ciudad.

La entrada en las instituciones municipales de personas sin experiencia anterior en estas lides provocó la demora sucesiva en abordar el proceso de organización interna ante temas más urgentes (constitución del Grupo Municipal y reparto de tareas, contratación de asesores municipales, estudio de los reglamentos y funcionamiento municipal?).

Se tardó un año y medio en formalizar y aprobar un Reglamento de funcionamiento de XSP, tras una complicada y tensa Asamblea de la agrupación en octubre de 2016 subyaciendo dos modelos diferentes: uno más horizontal, asambleario y participativo y otro mucho más tradicional en el que las decisiones se adoptaban de forma inicial por el Grupo Municipal de XSP trasladándose posteriormente a los Grupos de Trabajo y a la Asamblea.

El modelo resultante fue un sistema intermedio pero que implicaba que la CUP sería coordinada por una Comisión compuesta por los concejales, representantes de los partidos impulsores (Podemos y Equo), de los grupos de trabajo temáticos existentes y de varias personas elegidas directamente por la Asamblea.

Un año y medio más tarde, es decir transcurridas las tres cuartas partes de la legislatura, no se ha conseguido aplicar el Reglamento y el funcionamiento continúa siendo muy similar al existente antes del mismo: el grupo municipal, sumido en un día a día que le desborda, toma directa y discrecionalmente la práctica totalidad de las decisiones, si acaso informando con posterioridad o recurriendo muy de tarde en tarde a la convocatoria de asambleas sobre temas muy específicos que únicamente corroboran, sin demasiados datos ni mucho debate, las decisiones previamente adoptadas por el grupo gestor.

Pero, ¿qué está ocurriendo en XSP?

En palabras de Oscar Alcoberro, profesional de la gestión del talento para el crecimiento sostenible de las organizaciones: "Si la falta de criterio en la aplicación de la norma se adueña de una organización y nadie lo percibe o (peor) nadie le pone remedio, entonces pronto se instalará el caos. Si se cometen 'pequeñas faltas' (pequeñas concesiones a determinados empleados, pequeñas libertades con proveedores, pequeños favoritismos, etc.), entonces comenzarán transgresiones mayores y los procedimientos que un día regulaban la convivencia se convertirán en molestos obstáculos a esta nueva "gestión flexible". (?) Las organizaciones necesitan normas claras y firmemente (que no rígidamente) aplicadas en las que la excepción sea eso, excepción."

La anterior reflexión, basada en la denominada "Teoría de las ventanas rotas" lleva a observar como en XSP se va cumpliendo lo que en ella se predice, en este caso no porque se haya producido el desmoronamiento de las normas internas sino precisamente por la inexistencia de las mismas.

En XSP, al principio, se guardaban ciertas formas y principios que, con el tiempo, se van olvidando. Las contrataciones de asesores se dejan de hacer a través de concurso público basado en la publicidad y transparencia de los puestos ofertados y con un procedimiento de elección al menos formalmente imparcial e independiente y se toman de prisa y corriendo, directamente por el Grupo Municipal. No se convocan Asambleas y no solo no se aplica el Reglamento interno aprobado si no que se boicotea su puesta en marcha y se ningunea e insulta a quienes protestan por este estado de cosas.

La Teoría así lo afirma: primero incumplimientos, después el caos de la organización y, finalmente, el colapso y desaparición de la misma. O, quizás, como recordatorio de que millones de moscas no pueden equivocarse, la conversión de los nuevos modelos en las pirámides jerárquicas tradicionales que la nueva política aspiraba a superar.

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