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José Carlos Fernández Sarasola

El esperpento del carbón en San Lorenzo

La playa es el orgullo de Gijón y no podemos consentir que se dañe su imagen

Hace unos meses se nos presentó a toda la oposición municipal el estudio realizado por el INCAR en el arenal de San Lorenzo. Por fin. Durante la legislatura pasada desde Ciudadanos solicitamos de forma reiterada que se analizara el carbón que llega a la playa. Pero en cuestiones medioambientales, este Ayuntamiento se ha limitado a realizar mediciones que sólo nos sirven para descubrirnos lo que ya sabemos: que nuestra ciudad está contaminada. Pero no se ataca el problema, no se identifica cuál es el contaminante, y quién es el responsable de su emisión. En sustancia es como si un doctor tomase al paciente la temperatura una y otra vez, sin indagar en la causa de su dolencia.

Sin embargo, ahora por fin disponemos, en el caso del carbón que llega a la playa, de un estudio riguroso, apuntalado con datos y conclusiones sobre el posible origen de las manchas negras que tiñen San Lorenzo, antes de manera ocasional, y últimamente de forma casi permanente, sobre todo a la altura de la Pescadería Municipal. Dicho estudio deja claro que ese carbón apenas procede del “Castillo de Salas”, rumor que corre por nuestra ciudad desde hace años, y que ahora parece corroborarse en términos científicos. Utilizando la simple lógica, no parece tener sentido que treinta años después del hundimiento del barco siga apareciendo tanto carbón en la playa, de ser esa la procedencia habría que plantearse su explotación, pues parece un recurso infinito.

Pero, ahora que al fin tenemos un informe riguroso, para complicar más el culebrón del carbón en la playa, aparece un “contrainforme”, que por cierto nadie ha visto, y que en realidad por ahora parece tratarse de un simple estudio preliminar procedente de la Autoridad Portuaria de Gijón, en el que ésta asegura que el carbón “no es de ellos”. Si no es así, seguramente se trate de algún residuo mágico o extradimensional, pues aparece de la nada. Otro caso de estudio interesante, y que tiraría por tierra muchos años de estudio de física sobre la materia y la energía: que ni se crea ni se destruye. Einstein quedaría asombrado. Lastima que ya casi no queden cocinas de carbón en Gijón, pues tendríamos combustible gratis a recoger en la playa.

Entre informe y contrainforme, cada día que pasa sin hacer nada es un día perdido; hay que tomar decisiones sobre cómo solucionar este problema ya

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En todo caso, los afectados por las manchas de carbón en la playa son los gijoneses y las personas que nos visitan. La playa es el orgullo de Gijón, y no podemos consentir que se dañe su imagen, no sólo con el carbón, sino con otros problemas adicionales, y no menos graves, como los vertidos que se producen en días de lluvia intensa, la falta de arena en ciertas zonas (igual aparece otro estudio que nos dice algo sobre la influencia del super-dique en las corrientes y nos saca de dudas) o la inseguridad vivida el año pasado por la falta de socorristas. Tenemos tres administraciones implicadas en los temas concernientes a la playa: Ayuntamiento, Principado de Asturias y Estado central. Para rizar más el rizo, las tres administraciones son del mismo partido, el PSOE. ¿No son capaces de ponerse de acuerdo para solucionar los problemas que tiene San Lorenzo?

Esperemos que la construcción del pozo de tormentas de Hermanos Castro solvente al menos uno de ellos, y que la escasez de socorristas también pueda arreglarse, a fin de que no nos coja con “pie cambiado” como todos los años. Pero el asunto del carbón ya roza el esperpento. La Alcaldesa ocupa un puesto en la Autoridad Portuaria del Musel, el Principado también, y pertenece a Puertos del Estado, sin embargo, nos encontramos con unos enfrentados a otros. Pónganse de acuerdo y arréglenlo, que es lo que piden todos los gijoneses. Déjense de excusas y de “contraestudios” para no hacer nada. Cada día que pasa sin hacer nada es un día perdido. Hay que tomar decisiones sobre cómo solucionar este problema, que además conlleva tomar medidas para evitar las nubes de carbón que se producen los días con mucho viento, y que afectan a todo Gijón, y en especial a la zona Oeste de nuestra ciudad. Gijón es una ciudad que mira al mar, Gijón tiene su futuro en el mar, y una pieza clave para ello es el puerto del Musel. Pero éste no puede ser al mismo tiempo un problema para los gijoneses. Hay soluciones y sólo falta voluntad para arreglarlo.

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