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Taza y media

Eloy Méndez

Oleada de cambios

Después de la funesta temporada de baños del año pasado, plagada de errores de planificación y escasa de socorristas con la mala excusa de la desescalada, el Ayuntamiento planteará para este verano unos servicios mucho más próximos a la necesidad y al sentido común, a falta de concretar el volumen del personal que pisará la arena. El equipo de salvamento ya tiene sobre la mesa un calendario cerrado y conoce sus zonas de actuación, incluidas las playas rurales, campo de batalla política y laboral en 2020. Aunque lo más llamativo es que la Municipalidad esté meditando muy en serio la supresión de los controladores de aforo y el regreso de las casetas a San Lorenzo, empapada por un optimismo ante el virus inédito hasta ahora. Ambas medidas supondrían una impagable inyección de normalidad camino de la inmunidad.

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