Hace 20 años, marzo de 2001, el Gobierno de España presidido por Aznar firmaba el decreto que suspendía el servicio militar obligatorio, la famosa mili. Dos siglos de cumplir con la obligación del servicio a la patria quedaron borrados de un plumazo. Justificado en la necesidad de que España contase con unas fuerzas armadas preparadas para los nuevos tiempos; además de lograr la formación de un ejército preparado para la nueva realidad política, social ydemocrática.
Para los que hicieron la maltratada mili, ésta fue la ocasión de conocer España, salir de sus pueblos, relacionarse con otros jóvenes de su edad, los famosos quintos; con todo lo que significaba de camaradería. Para muchos fue ocasión de aprender a leer y escribir, encontrar una profesión y entablar amistades y noviazgos. Los muchachos que se alejaban de sus hogares, algunos incluso a las provincias africanas de Ceuta y Melilla, son hoy personas que recuerdan a sus nietos, o sus hijos, algo que éstos solo han visto en películas como “Recluta con Niño”, o por los chistes de Gila: el uso y manejo de la armas, el orden militar, los desfiles. Las juras de bandera constituían uno de los momentos más importante de los jóvenes, y para la mayoría de las familias, eran esperadas con ansiedad y entusiasmo. Todo el que cumplió con el servicio militar cuenta anécdotas curiosas, chistosas, exageradas y picaronas y atrevidas, relacionadas con: imaginarias, desfiles, guardias, comidas, ligues, prometidos y olvidados.
Hoy el Ejército Español está altamente profesionalizado, basta con pensar en los academias militares como la de Zaragoza en donde los jóvenes y futuros oficiales se preparan con los más exigentes carreras universitarias como la Ingeniería de Organización Industrial, además de todas las asignaturas específicamente militares. Al servicio militar obligatorio y riguroso de otros tiempos, ha seguido el actual, el modelo de militar profesional, una opción cada vez más demandada por jóvenes. Los procesos de selección de los futuros soldados son más exigentes, tanto a nivel académico como vital, se pretende que los soldados y marineros puedan consolidar una trayectoria profesional en las FF AA. La presencia de la mujer en todos los niveles del los tres ejércitos es toda una innovación cada vez más importante un 12% de los los soldados españoles son mujeres, 15.702. Con lo que se garantiza la igualdad efectiva y erradicando todo tipo de discriminación.
