Las turbulencias que atraviesan las relaciones entre el Ayuntamiento y el Principado, lejos de amainar, van a más camino de la mitad de mandato. El primer estallido público tuvo lugar hace un mes con el rotundo rechazo de la Alcaldesa al giro que la Consejería de Cultura le quiere dar a Laboral Centro de Arte. El segundo choque se produjo en Granda, a cuenta de los planes de Industria para construir la estación de ITV y su negativa a permutar unos terrenos municipales en Lloreda para zanjar el cabreo en la parroquia. Y ahora el PSOE gijonés liderará, de la mano de su socio de IU, una sorpresiva iniciativa para enmendarle la plana a Bienestar Social por su gestión con el centro de mayores de San Agustín, que con alta probabilidad acabará en un sonoro revolcón de todo el Pleno al Ejecutivo autonómico. Cuentan que Ana González está dispuesta a anteponer sus prioridades para Gijón a los colores de su partido, pero es evidente que saltan chispas. ¿Se ha roto el teléfono?
