Una sociedad dedicada al ornato, a la higiene y a la cultura que se había inaugurado en 1903 y que mantuvo abiertos en Gijón más de una docena de locales en distintos barrios. Con la sede principal muy cerca de donde estuvo el cine Goya. Hablamos de la Asociación Popular de Cultura e Higiene cuyos locales fueron clausurados unos en 1934 y otros en 1937.
El 26 octubre de 1924 se inauguró la sede de Cimavilla, y Luis Sánchez fue el presidente de esta sección playa de “La Cultura”, que así era conocida. El local era la Casa de Nava, lleno para la ocasión de “gente de mahón”, es decir trabajadores del mar y cigarreras. Tras los discursos del presidente y del médico José María Gutiérrez Barreal que era el presidente del Ateneo Obrero de Gijón, habló el abogado Carlos Lamo que recordó la figura de Rosario de Acuña, colaboradora de Cultura e Higiene y fallecida el año anterior. El acto terminó con actuaciones musicales.
Cultura e Higiene era muy militante en cuanto a la defensa del arbolado y del medio ambiente. La asociación mantenía una revista y campañas a favor de los más desfavorecidos. Campañas que iban desde crear bandas de música infantiles hasta sostener escuelas y fomentar el excursionismo, además de otras más llamativas como audiciones colectivas de radio y otras en contra de la taberna, del tabaco, la caza y los toros. Y muchas a favor del alcantarillado y la sanidad en los barrios de Gijón.
La biblioteca de Cultura e Higiene de Cimavilla se abrió al mes siguiente de la inauguración de su sede, contando con libros donados por socios, por el Ateneo Obrero e incluso se incorporaron al fondo volúmenes de la propia Rosario de Acuña cedidos por los deudos de la librepensadora. Esa biblioteca circulante tenía en 1934, diez años más tarde, más de 1.000 libros y 500 socios. Biblioteca “circulante” porque los socios podían llevar los libros a sus domicilios durante 15 días.
