Esas tres pistas nos llevan a Bernardo Casielles Puerta que, efectivamente fue torero, masón y nació en el barrio del Carmen en 1893. No fue el único matador de toros gijonés, pero sí el único que fue integrante de la masonería. Casielles fue maestro en el ruedo y en la logia. Gijoneses y toreros hubo varios, pero entre los que tomaron la alternativa citamos a estos cinco además de Casielles: Andrés Iniesta, Saturnino Suárez “Visagra”, Severino Díaz Busto “Praderito”, Emilio Mayor “Mayorito” y Luis Miguel Cadenas.
Bernardo Casielles “debutó” en El Bibio el 21 de julio de 1912, cuando tenía 19 años. Toreaban, mano a mano con toros de Veragua, Cástor Jaureguibeita “Cocherito de Bilbao” y Manuel Rodríguez “Manolete”, el padre del legendario Manolete. Ese día Casielles no se vistió de luces, se tiró de espontáneo y fue detenido. Participó con los años en varias novilladas –en 1920 toreó 34 novilladas– y la alternativa la tomó en Oviedo el día de San Mateo de ese mismo 1920, y cinco días más tarde la confirmó en Madrid. Luego muchas corridas como matador en España y en Latinoamérica.
Respecto a la masonería se inició en Madrid en la logia Hispano-Americana nº 389 con el nombre simbólico de Amistad. Eso fue el mismo año de la alternativa, y en esa misma logia estaba el musicólogo Eduardo Martínez Torner.
Militante de Izquierda Republicana en el frente de Madrid llegó al grado de capitán con el ejército republicano y tras la Guerra Civil Bernardo Casielles se exiló en Venezuela. El Tribunal de Represión de la Masonería y el Comunismo lo condenó, en rebeldía, a 12 años de cárcel. Años más tarde, en 1964, regresó a España y murió en Colmenar Viejo (Madrid) el 9 de mayo de 1983. En el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca se conserva amplia información sobre la actividad masónica del torero. Curiosamente Bernardo Casielles tiene una calle con su nombre en Oviedo, pero no en su ciudad natal.
