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Jaime Torner

La invasión rusa de Ucrania eclipsa la pandemia

La injustificable invasión rusa de Ucrania ocupa la atención de los medios, relegando la pandemia a un segundo plano. De hecho, procede analizar la incidencia del covid en Ucrania al iniciarse dicha invasión por ser un factor adicional de mortalidad sobre la población civil; debido a que, en tiempos de guerra, desaparecen las medidas de prevención de enfermedades. Me explico:

En primer lugar, en el periodo del 19 de febrero al 4 de marzo de este año, la incidencia de covid en Ucrania fue de 150.186 nuevos casos y 1.470 fallecidos; con una incidencia acumulada superior a 5 millones de casos y 112.459 fallecidos; habiéndose vacunado solo al 36% de su población. De hecho, la semana previa a la invasión rusa, Ucrania experimentaba una mayor incidencia de covid.

En segundo lugar, con el sistemático bombardeo de las principales ciudades de Ucrania sin respetar los corredores humanitarios para evacuar a la población civil, resulta lógica su concentración en refugios subterráneos cerrados o andenes del metro mal ventilados, sin utilizar mascarillas ni guardar distancias de seguridad. Por ello y, dada la actual casi nula realización de test diagnósticos, la OMS teme una descontrolada propagación del covid en Ucrania, expandiéndose a la Unión Europea por la plétora de refugiados existente.

En tercer lugar, antes del conflicto bélico, la precaria sanidad pública ucraniana atendía pacientes de covid en hospitales que ahora han sido parcial o totalmente destruidos por las bombas rusas tras 16 ataques confirmados; debiéndose priorizar la atención sanitaria a las víctimas de bombardeos sobre pacientes de covid, ante la escasez de personal sanitario, medicación o, incluso, de oxígeno.

Simultáneamente, la incidencia de covid en Rusia durante ese mismo período era de 1.731.493 casos nuevos y 10.656 fallecidos; aunque su población civil estuviera exenta de bombardeos o mantuviera su vida habitual, dependiendo de su amenazada economía y sumisión al limbo informativo impuesto por Putin: De hecho, manifestarse en Rusia contra la invasión de Ucrania puede castigarse con 15 años de prisión y, aun así, crece la detención de opositores o puede aumentar el éxodo de rusos; ante lo cual, como en tiempos de la Unión Soviética, ya se impide salir del país a personas muy cualificadas (como ingenieros y programadores).

En definitiva, en Ucrania, la pandemia del covid ocupa un plano secundario tras la invasión rusa. Sin embargo, resulta previsible que, en breve plazo, el aumento de casos con covid implique otro factor añadido de mortalidad para su población civil y se requiera también un estricto control sanitario sobre los refugiados ucranianos llegados a la UE.

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