Oviedo / Madrid

El Gobierno español no reconocerá la independencia de Kosovo -cuya proclamación unilateral se espera para mañana a mediodía- ni establecerá relaciones diplomáticas con el nuevo Estado, al menos «a corto o medio plazo».

La postura de España contrasta con la de sus principales socios comunitarios -Alemania, Francia, Reino Unido e Italia-, que, férreamente alineados con EE UU, se aprestan a reconocer a Kosovo pocas horas después de que se autoproclame independiente de Serbia. En Bruselas se prevé el reconocimiento para el lunes por la mañana.

La postura española sí coincide con la de otros socios comunitarios -Grecia, Chipre, Rumanía y Eslovaquia- que tienen tensiones con grupos nacionalistas que airean veleidades independentistas.

El Gobierno español ha anunciado que su posición sobre Kosovo está inspirada en tres principios: el respeto a la legalidad internacional, el apoyo a la unidad de la UE y la garantía de estabilidad en los Balcanes, cuyo futuro está en la UE. De ahí que, se estima, aunque España no reconozca por el momento el nuevo Estado, acabará haciéndolo cuando sea elevado el número de sus socios comunitarios que haya adoptado ese tipo de decisión.

En cualquier caso, y en previsión de previsibles reivindicaciones nacionalistas, el Gobierno se aprestó ayer a dejar claro que no hay paralelismo entre Kosovo y el País Vasco o Cataluña. Así lo resaltó, sin citar explícitamente a esas comunidades, la vicepresidenta del Gobierno en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.

La Vicepresidenta respondía de ese modo a las palabras pronunciadas el jueves en Moscú por el presidente ruso, Vladimir Putin, quien acusó a la UE de «doble rasero» y la instó a apoyar la independencia de regiones de los Veintisiete que cuentan con partidos secesionistas.

El embajador de Rusia en Madrid, Alexander Kuznetsov, aseguró ayer en declaraciones exclusivas a «Europa Press» que «no hay que interpretar» las declaraciones de Putin «como una injerencia en los asuntos internos de España». El embajador fue convocado al Ministerio de Exteriores para dar explicaciones.

Entre tanto, no han tardado en producirse declaraciones de nacionalistas catalanes y vascos. Así, el candidato de ERC Joan Tardà celebró la inminente proclamación de independencia, ya que, dijo, aspira a «lo mismo» en Cataluña, aunque reconoce que «cada realidad es distinta y cada historia hace a los pueblos diferentes».

El PNV, por su parte, presentará en el Congreso tras las elecciones una proposición no de ley para instar al Gobierno al «pleno reconocimiento» del futuro Estado de Kosovo, que considera «un triunfo de la libertad y la democracia».