Jerusalén

La secretaria norteamericana de Estado, Condoleezza Rice, finalizó ayer una visita a Oriente Medio para impulsar el diálogo entre palestinos e israelíes que ha estado marcada por luces y sombras. Rice instó a Israel a detener los asentamientos en Cisjordania, pero la Alcaldía de Jerusalén anunció la construcción de 600 casas en el este de la ciudad, donde los palestinos quieren fijar la capital de su Estado.

La visita, sin embargo, empezó con cierto éxito, al arrancar Rice al Gobierno israelí el compromiso de desmantelar 50 puestos de control en Cisjordania y otras medidas para reforzar el proceso negociador. El paquete de medidas es el paso más simbólico hacia la reconciliación dado desde que el presidente palestino, Mahmud Abas, y el primer ministro israelí, Ehud Olmert, se comprometieron, el pasado noviembre, en Annápolis (EE UU) a alcanzar antes de finales de año un acuerdo de paz.

Pero las muestras de buena voluntad por parte de Israel durante esta última visita de Rice se vieron pronto ensombrecidas por el anuncio de la ampliación de asentamientos israelíes en Jerusalén Este y también en Cisjordania.

Después de que el Ayuntamiento de Jerusalén anunciara la construcción de nuevas viviendas en la ciudad, un partido político de la coalición de Gobierno aseguraba que Olmert les había prometido que se edificarán otras 800 en Cisjordania. Desde Amán (Jordania), hasta donde se trasladó para entrevistarse con el presidente Abas, Rice reaccionó a este anuncio con una crítica clara, al asegurar que la expansión de los asentamientos «no concuerda» con las obligaciones contraídas por Israel.

«Hoja de ruta»

La secretaria de Estado de EE UU instó a Israel a detener los asentamientos y afirmó que «seguimos expresando la posición de EE UU de que las actividades de asentamiento deben cesar, de que su expansión ha de parar y de que, ciertamente, estos hechos no concuerdan con las obligaciones derivadas de la "hoja de ruta"».

De hecho, el movimiento israelí Paz Ahora denunció en un informe que Israel ha construido miles de nuevas viviendas en más de cien asentamientos en los territorios palestinos ocupados, muchas de ellas en los cuatro meses transcurridos desde la celebración de la cumbre de Annápolis.

Tras lamentar las nuevas viviendas autorizadas por Israel, fuentes de la ANP elogiaron los esfuerzos de la Administración norteamericana por alcanzar la paz en la región y avanzar hacia la constitución de un Estado palestino. «Saludamos los esfuerzos llevados a cabo por el Gobierno norteamericano», dijeron las fuentes, que señalaron que «es importante que retiren 50 puestos de control, pero en la "hoja de ruta" se establecía que se desmantelarían 120, así que este paso supone menos de la mitad».