Las fuerzas de Estados Unidos han logrado hacer llegar a la capital de Haití, Puerto Príncipe, 45 toneladas de suministros, pero ahora afrontan el reto de distribuirlas por el país, algo complicado por la inseguridad y la falta de infraestructuras en el país.

El ex presidente de EE.UU., Bill Clinton, quien ayer voló a Haití para hacer una entrega de suministros y conocer de primera mano cómo progresa la ayuda humanitaria, fue el primero en poner la voz de alerta ante la incapacidad para repartir convenientemente los cargamentos.

"El principal problema es el sistema de distribución, debido a la destrucción de las infraestructuras, de los propios ministerios", dijo el ex presidente en declaraciones a la CNN.

El teniente general Ken Keen, responsable de la Fuerza Conjunta que opera en Haití, señaló a la prensa otros obstáculos, como los problemas de inseguridad que se viven en algunas zonas, que si bien no son extremadamente superiores a antes del terremoto sí crean problemas puntuales para la distribución de la ayuda.

"Hay incidentes de violencia que nos impiden entregar la asistencia humanitaria y debemos de hacer frente a estos problemas", dijo el militar, quien destacó que la Misión de Pacificación de la ONU en Haití (MINUSTAH) está haciendo "todo lo que puede" para resolver este problema.

En los últimos días los periodistas desplazados al país caribeño han informado de escenas de violencia y pillaje, que también se han visto en las televisiones, protagonizadas por muchos haitianos desesperados ante la lentitud con la que la ayuda está llegando.

Corredores humanitarios

La Organización de Naciones Unidas (ONU) anunció ayer su intención de establecer dos corredores humanitarios desde Puerto Príncipe con el norte de Haití y con la República Dominicana para mejorar la distribución de la asistencia.

El subsecretario general adjunto de la ONU para las Operaciones de Paz, Alain LeRoy, dijo ayer que además de estos dos pasillos humanitarios son necesarias fuerzas de seguridad adicionales.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha pedido al Consejo de Seguridad que amplíe temporalmente en 3.500 uniformados el componente militar y policial de la MINUSTAH.

Ese contingente, bajo el mando del general brasileño Floriano Peixoto Vieira Neto, está integrado por 8.965 militares y policías.

Estados Unidos, según indicó el teniente general Keen, se ha hecho cargo de uno de los cuatro puntos de distribución que el Gobierno de Haití ha designado para repartir la asistencia humanitaria. Los otros tres, dijo, están en manos de la Misión de Pacificación de la ONU.