Washington / Oviedo

EE UU anunció ayer su incorporación a la Alianza de las Civilizaciones, iniciativa lanzada por España y Turquía en 2004 y que la ONU asumió como propia un año más tarde. «Reconociendo el valor de la Alianza de las Civilizaciones como una importante iniciativa que busca el mejor entendimiento entre las culturas y los pueblos, EE UU se une a los 119 países y organizaciones internacionales que ya son miembros del Grupo de Amigos de la Alianza», anunció el portavoz del departamento de Estado, Phillip J. Crowley.

La Alianza de las Civilizaciones fue una iniciativa que lanzó el presente español, José Luis Rodríguez Zapatero, en su primera intervención ante la Asamblea General de la ONU, en septiembre de 2004. Su objetivo es mejorar el conocimiento y la cooperación entre las naciones y los pueblos, a través de las diferentes culturas del mundo, para combatir las fuerzas que promueven la polarización y el extremismo.

El Departamento de Estado considera que los objetivos que persigue la Alianza coinciden con la visión que tiene el presidente Obama de un EE UU activo y comprometido con otras naciones y organismos internacionales para afrontar los retos del siglo XXI. «EE UU está ansioso por trabajar con otros amigos de la Alianza y por fortalecer esta idea innovadora, inclusiva y apolítica», añade el comunicado.

Tras el anuncio estadounidense, España dio ayer la bienvenida a Washington, que ha anunciado su participación en el próximo foro de la Alianza, los días 28 y 29 de este mes, en Brasil.

Mientras, Nueva York sigue viviendo bajo psicosis de atentado, quince días después del ataque fallido en Times Square. La Policía neoyorquina informó ayer de madrugada del cierre de la plaza de Union Square, adonde envió un equipo de artificieros para examinar un vehículo sospechoso allí estacionado.

El vehículo sospechoso, visto desde fuera, parecía contener dos bidones de gasolina. Horas después la Policía levantó el perímetro de seguridad tras localizar al propietario del vehículo y determinar que no había peligro. Se trata de la cuarta falsa alarma en dos semanas.