Oviedo / El Cairo,

E. F. / Agencias

La jornada de ayer, marcada en el calendario como la de entrada en vigor del alto el fuego previsto en el plan de paz para Siria, quedó reducida a una jornada de menor violencia que las precedentes, pero saldada con unos 50 muertos. Muchos observadores, EE UU entre ellos, conscientes de la importante reducción de la lluvia de plomo, hablaron de «precario» alto el fuego, mientras que, lejos de ahí, Turquía denunció que, simplemente, «no se ha aplicado el plan de paz».

El propio Kofi Annan, ex secretario general de la ONU e impulsor del plan, notificó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que Damasco no ha cumplido todos los puntos pactados e instó a los 15 países miembros del Consejo a exigir al Gobierno sirio que retire todas las tropas y el armamento pesado de las ciudades.

Annan reconoció que la tregua es «frágil». De ahí que el mediador internacional quiera «el despliegue de una misión de observadores para supervisar la aplicación del plan», según explicó un diplomático consultado por «Reuters». La secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, calificó el incipiente alto el fuego de «frágil primer paso», y mostró su apoyo al envío al país, «lo antes posible», de una «robusta» misión de observadores de la ONU.

El envío de esta misión, que se debatía anoche en Nueva York, sólo será eficaz si el régimen le concede «completa libertad de movimiento, comunicación y acceso a la población», afirmó Clinton ante los medios de comunicación.

Clinton coincidió con Annan en buena parte de sus apreciaciones y se mostró «animada» por la reunión bilateral que mantuvo con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, en la que también éste «se mostró de acuerdo con Annan en que este frágil primer paso es sólo eso, un primer paso». Rusia es la principal aliada de Siria, junto con China, en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde por dos veces ha vetado una resolución de condena.

«Los combates esporádicos continúan y las tropas y tanques del régimen no se han retirado de los centros de población», dijo la jefa de la diplomacia estadounidense. «Al Assad no ha cumplido los seis puntos del plan de Kofi Annan», subrayó Clinton, quien recordó que ese documento «no es un menú de opciones, sino un conjunto de obligaciones».

La presidenta de turno del Consejo de Seguridad, la estadounidense Susan Rice, explicó que, en palabras de Annan, la situación de persistencia de los enfrentamientos «no es inusual en las primeras horas» de un alto el fuego, «ya que las partes se ponen a prueba».

Los debates sobre la misión de observación parecen avanzar a buena velocidad en el Consejo de Seguridad de la ONU. De hecho, el embajador de Rusia ante el organismo internacional, Vitaly Churkin, estimó que el proyecto de resolución que la autorice podría adoptarse hoy.

«Es crucial que los observadores estén sobre el terreno para garantizar que se detecta cualquier violación del actual estado de fin de violencia», dijo Churkin al término de una sesión del Consejo de Seguridad en la que el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, pidió el envío «lo antes posible». Moscú insiste en que la resolución se adopte hoy para que el primer equipo de observadores, compuesto por unas 20 o 30 personas, se despliegue en los primeros días de la próxima semana en el país árabe. «Se tardará un tiempo en desplegar una misión más robusta», precisó Churkin.

Desde el campo de los rebeldes, el Consejo Nacional Sirio, principal órgano de los opositores en el extranjero, advirtió de que será hoy, viernes, cuando realmente se ponga a prueba el «compromiso» del Gobierno con el alto el fuego.

Su principal responsable, Burhan Ghalioun, anunció que «el pueblo sirio saldrá a las calles», como cada viernes, tras los rezos. «Veremos si el Gobierno mantiene su compromiso», desafió en declaraciones telefónicas a «Reuters». Ghalioun llamó a la población a ser «cauta», porque «el régimen no respetará el alto el fuego y disparará», ya que Damasco sigue «con el dedo en el gatillo». No en vano, el régimen advirtió el miércoles que se reserva el derecho a responder a cualquier agresión.