La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) anunció ayer que ha recibido ya información «inicial» del Gobierno sirio sobre sus arsenales. Según el plan negociado el pasado día 14 por EE UU y Rusia en Ginebra, Damasco tiene de plazo hasta hoy para entregar a la OPAQ toda la información relativa a sus armas químicas, de las que se calcula que posee mil toneladas métricas.

Los datos remitidos por Siria están siendo analizados por la secretaría técnica de la organización, según añadió ésta en un comunicado. La OPAQ, dedicada a hacer cumplir la prohibición del uso de armas químicas en todo el mundo, será la encargada de detallar el proceso de destrucción del arsenal químico sirio siguiendo el plan negociado por Rusia y EE UU.

Y a ella le corresponde la última palabra a la hora de imponer las condiciones de la entrega de las armas, advirtió días atrás el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov. «La iniciativa ruso-estadounidense (...) contiene una propuesta sobre cuáles pueden ser los parámetros, tanto en cuanto a plazos como sobre su contenido, pero la decisión final corresponde a la OPAQ», dijo el canciller ruso.

Estados Unidos y Rusia trabajan en un proyecto de decisión que deberá ser aprobado por el consejo ejecutivo de la OPAQ y que servirá como base de una posterior resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Los 41 estados representados en ese consejo tenían previsto discutir mañana el plan durante una reunión que, finalmente, ha sido pospuesta y para la que no hay nueva fecha por ahora.

Entre tanto, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, propuso ayer que su Gobierno actúe como mediador en el diálogo entre el Gobierno y los rebeldes sirios. Rohaní no dio detalles sobre cómo podría llevarse a cabo la mediación de Irán, país al que EE UU acusa de respaldar política y militarmente al régimen de Bachar al Asad.

Sin embargo, su oferta llegó horas después de que el viceprimer ministro sirio, Qadri Jamil, reconociera que la guerra civil ha llegado a un «punto muerto» en el que «ni la oposición armada ni el régimen es capaz de derrotar a la otra parte». En una entrevista con «The Guardian», Jamil admitió que existe un «equilibrio de fuerzas» sobre el terreno y que éste «no cambiará en un tiempo». Por eso, adelantó, el Gobierno de Asad pedirá un alto el fuego en la cumbre de paz de Ginebra II que intentan cerrar Estados Unidos y Rusia para lograr una solución pacífica al conflicto.