El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo hoy que no hay suficiente información para decidir si el tratamiento experimental contra el virus de ébola es eficaz y añadió que los esfuerzos deben concentrarse ahora en contener la epidemia.

"Tenemos que dejar que la ciencia nos guíe", afirmó en rueda de prensa Obama en respuesta a una pregunta sobre si estaría dispuesto a respaldar que el tratamiento experimental que se aplica a dos estadounidenses repatriados de África se aplicase en los países del continente azotados con la epidemia.

"Es prematuro para mí decir eso. No tenemos suficientes datos", dijo el presidente, quien señaló que el virus es "controlable" si se siguen los protocolos adecuados.

Lamentó, en ese sentido, el que los países de África Occidental víctimas de la epidemia que se ha cobrado más de 800 vidas, no fuesen capaces de aislar los casos lo suficientemente rápido.

"Se ha extendido más rápido de lo que ha sido típico con los brotes periódicos anteriores", afirmó Obama en referencia al peor brote de ébola desde que se descubrió el virus en 1976.

Insistió, por lo demás, en que los esfuerzos de Estados Unidos se centran en la colaboración con otros países europeos y la Organización Mundial de la Salud (OMC) para controlar el avance de la virulenta epidemia.

Dijo que, una vez que se controlen los brotes adicionales de la enfermedad, podrán concentrarse los esfuerzos en ver si hay tratamientos que puedan mejorar la supervivencia de una enfermedad "brutal y muy mortífera".

El médico y la misionera estadounidenses repatriados tras contraer el virus de ébola en Liberia siguieron mejorando hoy en un hospital de Atlanta, en el que prácticamente son "conejillos de indias" de un tratamiento experimental que hasta ahora no se había ensayado en humanos.

Desde el descubrimiento del virus del ébola, en 1976, la enfermedad ha causado 1.640 muertes registradas, 887 de ellas en lo que va de este año, según la Organización Mundial de la Salud.

Aunque algunos medios han calificado el suero como "un secreto" y ha habido críticas por su uso sólo con dos estadounidenses, el desconocimiento que había sobre el tratamiento respondía a que se encontraba en la fase de pruebas con animales, dentro del proceso normal de pruebas clínicas antes de autorizarse su uso en humanos.

De hecho, este suero no es el único en desarrollo: los investigadores de la Universidad Auburn trabajan en una molécula, identificada como WY3161, que ha mostrado su capacidad para revertir el efecto por el cual ciertos virus bloquean el sistema de inmunidad.

El médico Kent Brantly y la voluntaria Nancy Writebol, los estadounidenses contagiados, recibieron dos de las únicas tres dosis enviadas a Liberia del suero conocido como Zmapp, producido por la firma biofarmacéutica Mapp, de San Diego (California).

Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, indicó que esta fue la primera vez que se probó el compuesto en humanos "porque todo el trabajo previo se había hecho con animales y los resultados fueron alentadores".

Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) se saltaron los procedimientos formales para las pruebas clínicas y pusieron en contacto a Mapp con el grupo cristiano de beneficencia Samaritan's Purse, con el que trabajan ambos, para llevar a cabo la prueba.

Zmapp es una combinación de tres anticuerpos monoclonales "humanizados", producidos en un grupo de plantas en el género Nicotiana, y que combaten a los virus invasores fijándose en los antígenos de las células.

El Instituto de Investigación de Enfermedades Infecciosas del Ejército, con sede en Frederick (Maryland), había hecho pruebas con macacos rhesus infectados con el virus del ébola y tratados con la mezcla de medicamentos.

Según un informe publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences en 2012, en un experimento, dos de los animales tratados una hora después de su exposición al virus sobrevivieron, en tanto que los animales sin tratamiento murieron.

Hasta 932 víctimas mortales

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elevado este miércoles a 932 el número de personas fallecidas por el brote de ébola en el África occidental, con 45 muertes confirmadas sólo entre los días 2 y 4 de agosto. En este periodo, se han registrado 108 nuevos casos.

Por países, Guinea sigue siendo la zona más afectada, con 363 muertes. Liberia y Sierra Leona han registrado 282 y 286 muertes, respectivamente, mientras que en Nigeria la OMS ha confirmado un único fallecido.

La agencia de la ONU ha actualizado el balance tras reunirse, el martes con representantes de los Estados miembro para analizar la expansión del virus.

Además, este jueves, la OMS ha reunido a una comisión de expertos para analizar el brote y determinar si se cumplen los criterios para decretarlo Preocupación Internacional de Emergencia de Salud Pública (PHEIC, por sus siglas en inglés). El grupo hará públicas sus conclusiones el próximo viernes.