El exgobernador de Texas Rick Perry anunció ayer su retirada de la carrera hacia la Casa Blanca. Se trata de la primera defección en las nutridas filas de los precandidatos presidenciales republicanos. Mientras, el polémico magnate Donald Trump, principal favorito para alzarse con la nominación del partido del elefante y disputar la Casa Blanca a los demócratas, afirmó ayer que solo le llevaría entre 18 y 24 meses deportar a los 12 millones de inmigrantes en situación irregular que viven en Estados Unidos, en el caso de ser elegido presidente en noviembre de 2016.