El Senado argentino aborda la controvertida legalización del aborto

El Senado argentino inició ayer el debate sobre el polémico proyecto de ley para legalizar el aborto en Argentina, que lleva meses suscitando una intensa campaña de movilización política tanto a favor como en contra de la nueva norma en este país.

La sesión, que arrancó sobre las 10:30 hora local (cinco horas más en España) y con la presencia de 65 de los 72 legisladores, se prolongó hasta la madrugada (hora española) debido a que un total de 61 senadores pidieron intervenir en el debate sobre una cuestión que ha marcado la agenda política y social en el país suramericano.

Mientras se desarrollaba la sesión, grupos a favor y en contra del aborto se concentraron en la explanada del Palacio del Congreso, en Buenos Aires, sede también del Senado. Los partidarios, con su característico color verde. Los detractores, por su parte, con el celeste. Ambos prepararon una jornada repleta de actividades y actos, como discursos y conciertos, a la espera de conocer el resultado de la ansiada votación.

El presidente del país, Mauricio Macri, calificó la votación en el Senado de "trascendental" y aseguró que, independientemente de su resultado, "la democracia" será la gran ganadora de un proceso que ha hecho "reflexionar" a la sociedad argentina.

Macri, aunque contrario a despenalizar el aborto, se mantuvo de esa forma fiel a su postura de impulsar el debate social, dando también libertad de voto a sus propios diputados y senadores. Actualmente, Argentina permite el aborto en ciertos casos de violación o riesgo para la salud de la madre. Pero si el Senado aprueba la nueva norma, que inició su recorrido político en 2006, se podrá poner fin a un embarazo en las primeras catorce semanas de gestación, sin ningún requisito adicional.