Un hombre armado con un cuchillo mató ayer a su madre y a su hermana e hirió a otra persona en la localidad francesa de Trappes, cerca de París, al grito de "Alá es grande", antes de ser abatido por la policía tras atrincherarse en el chalet de su madre.

El atacante, de 36 años, estaba fichado por las fuerzas de seguridad por apología del terrorismo islamista, pero tenía también "problemas psiquiátricos importantes", según señaló el ministro del Interior francés, Gérard Collomb, quien se dirigió inmediatamente a Trappes .

El grupo yihadista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) se atribuyó la autoría de este suceso poco después de su conclusión y a través de su agencia de propaganda, Amaq, donde definió al atacante como uno de sus combatientes.

Sin embargo, Collomb puso en cuestión esta reivindicación al asegurar que el atacante abatido tenía un perfil más de "desequilibrado" que de soldado "bajo las órdenes del ISIS".

El ataque se produjo al día siguiente de la difusión de un mensaje de audio del líder del ISIS, Abu Bakr Al Bagdadi, en el que pidió a sus partidarios continuar con la "Yihad" tras un año en silencio. Francia, por su parte, vive en alerta ante la amenaza yihadista desde la ola de atentados de 2015. Este año, el país ha sufrido dos ataques que han dejado cinco muertos.