La contienda por un escaño de senador por Florida se dirime ya en los tribunales. El aspirante a la reelección, el demócrata Bill Nelson, interpuso ayer una demanda contra el secretario de Estado de Florida, Ken Detzner, por no contabilizar los votos enviados por correo postal y que llegaron a los entes electorales después del día de las elecciones.

Según el equipo de Nelson, en Florida casi 3,5 millones de votantes enviaron sus papeletas por correo postal, pero hasta dos días después de las elecciones una "asombrosa" cifra de 874.818 de esos votos no fueron tabulados.

Por su parte, el candidato a senador y actual gobernador de Florida, el republicano Rick Scott, presentó tres demandas contra los supervisores electorales de dos condados del sur del Estado. En uno de ellos Scott alega que se han contado votos después de la fecha límite.

Scott mantiene un estrecho margen de poco más de 12.500 votos (0,15%) sobre Nelson, lo que obligó a Detzner a ordenar el sábado un recuento de votos en los 67 condados de Florida que deberá finalizar el próximo jueves.

El presidente Trump agita desde hace días el fantasma del fraude electoral.