Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) apostaron este jueves por el diálogo con Polonia para resolver el conflicto generado por la polémica sentencia de su Tribunal Constitucional, aunque no descartaron expedientar o sancionar a Varsovia tras un fallo que cuestiona las bases mismas de la Unión. El debate "sereno" entre los Veintisiete sirvió para poner de manifiesto que consideran el Estado de Derecho y la independencia judicial "absolutamente fundamentales" y para "identificar las dificultades exactas y comprender mejor los diferentes puntos de vista", indicaron fuentes europeas. Y, aunque recordaron que la UE dispone de mecanismos legales para responder, la conclusión fue que "el diálogo político" debe continuar para lograr una resolución.

Pulso judicial

El debate se ha colado en la agenda de una cumbre europea que iba a estar centrada en abordar el aumento de los precios de la energía tras una semana en la que el Gobierno polaco, por un lado, y la Comisión y la Eurocámara, por otro, han escenificado en el hemiciclo la escalada de la tensión entre Bruselas y Varsovia a cuenta de los problemas de esta con el Estado de Derecho.

El detonante ha sido una sentencia del Tribunal Constitucional polaco que cuestiona la primacía del Derecho comunitario sobre el nacional, un veredicto emitido a instancias del Gobierno del partido ultraconservador polaco, que contradice las bases de la Unión y supone un paso más en el deterioro de la independencia judicial en el país a juicio de Bruselas. Los grandes Estados de la UE se esforzaron hoy en rebajar el tono de la disputa e instaron al diálogo para salir del atolladero, pero dejaron claro su apoyo a la Comisión Europea, que estudia cómo responder a la sentencia. Bruselas podría bloquear los fondos comunitarios para el país -de hecho ya ha paralizado la aprobación de su plan de recuperación por 36.000 millones de euros-, abrirle un nuevo expediente de infracción que acabe en los tribunales o impulsar el procedimiento del artículo 7 por el que los socios pueden retirarle el derecho a voto.

Llamada al diálogo

"Debemos hallar vías y posibilidades de volver a acercarnos porque una cascada de litigios ante el Tribunal de Justicia Europeo no es una solución del problema de cómo se puede aplicar el Estado de derecho", dijo la canciller alemana, Angela Merkel, al llegar a la que probablemente será su última cumbre europea. La canciller consideró que, más allá de la cuestión polaca, la UE tiene un "problema de fondo" sobre el que debería reflexionar, que es la distinta idea de la Unión que tiene cada país. "¿Es una unión cada vez más estrecha o es más el Estado nacional?", se preguntó. "Desde una posición de apoyo y respaldo a la Comisión Europea, lo que le he trasladado a Polonia es que encontremos una vía constructiva de diálogo para poder encontrar una solución que saque a la UE y a los Estados miembros de esta situación tan compleja", dijo el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, señalando que Polonia es "un gran país".

También el presidente francés, Emmanuel Macron, instó al socio del este a buscar "una solución compatible con nuestros principios y nuestras reglas comunes", tras reunirse esta mañana, al igual que Sánchez y Merkel, con el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.

Polonia defiende la sentencia

A su llegada a la cumbre, Morawiecki aseguró que su país no actuará bajo "chantaje", pero afirmó que están "listos para el diálogo", algo más conciliador que en el duro debate del pasado martes en Estrasburgo. "No estamos de acuerdo con el alcance cada vez mayor de las competencias europeas, pero queremos hablar para resolver las disputas actuales de común acuerdo y con diálogo", dijo.

Morawiecki afirmó que Polonia reconoce la primacía de las normas europeas sobre la legislación nacional en los ámbitos donde los países han transferido competencias a la UE, pero no puede aceptar que el resto de materias sean también reguladas por la Comisión Europea o el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), un argumento que fue respaldado por el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que consideró "ridículo" e innecesario adoptar sanciones contra Varsovia.

Las sanciones, sobre la mesa

Los más duros con Polonia fueron, por el contrario, los países del Benelux. El primer ministro holandés, Mark Rutte, consideró "difícil" entregar a Polonia el dinero del fondo de recuperación sin que se haya solucionado esta cuestión e instó a Varsovia a "tomar las medidas necesarias para salvaguardar la independencia judicial". "Esto tiene que ver con los fundamentos de nuestras democracias, aquí no podemos negociar", afirmó. "Se ha cruzado una línea roja", dijo también el jefe de Gobierno belga, Alexander De Croo, señalando que si un país quiere beneficiarse de las ventajas de un club debe respetar las reglas.

La Eurocámara, por su parte, aprobó hoy mismo una resolución por amplia mayoría en la que pidió a Comisión y países "actuar de inmediato" y de forma enérgica ante la sentencia, bloqueando fondos comunitarios, abriendo un expediente de infracción y avanzando en el artículo 7, entre otras medidas.