“Papá, ¿mañana podemos ir a entrenar?”. Esa fue la primera reacción de Alba Cueva tras saber que había sido incluida en la Academia de la Federación Española de Automovilismo para niños de entre 6 y 8 años. Los méritos de la noreñense, que compite con el Langreo Motor Club, la han llevado a estar entre los 25 pilotos que, por su proyección, están bajo el radar de la Federación, que les echará una mano para competir en cuatro pruebas del campeonato de España: las que se correrán en el circuito Motorland de Alcañiz (Teruel) entre el 22 y el 24 abril; en el de Chiva (Valencia), entre el 27 y el 29 de mayo); en el de Campillos (Málaga), entre el 1 y el 3 de julio; y en el de Zuera (Zaragoza), entre el 23 y el 25 de septiembre.

“Estamos muy contentos, ella está muy ilusionada, esto nos ayuda mucho”, dice Rubén Cueva, padre de la piloto. Esta selección en la que se ha incluido a Alba esta limitada a un máximo de dos corredores por comunidad, aunque por Asturias tan solo ha sido seleccionada la de Noreña, que realiza sus entrenamientos en el circuito Fernando Alonso, en La Morgal (Llanera). “Te dan un kart, un motor, un juego de ruedas, la inscripción de las cuatro carreras del campeonato de España”, explica el padre, un autónomo que trata de hacer posible el sueño de su hija de llegar lejos en un mundo que la apasiona. Ella, por su parte, ya ha demostrado con creces su capacidad, ganando el año pasado dos campeonatos, uno en Asturias y otro en Castilla y León.

Antes de comenzar uno de sus entrenamientos en La Morgal, Alba reconocía estar "súper contenta" por haber entrenado en la Academia. Y es que a pesar de tener 8 años, esta niña de Noreña tiene pocas dudas de qué es lo que más le gusta: "Me encantada la velocidad". Esa es la principal razón por la que algún día quiere participar en la competición más importante dentro del automovilismo: "Quiero llegar a la Fórmula 1". Tampoco tiene dudas de quién es el piloto que va a más velocidad: "Me gusta Fernando Alonso porque va muy rápido". Ella esquía, juega al baloncesto, anda en bici hace patinaje y, a pesar de que no le gusta mucha, también hace natación; pero nada puede competir con lo que más le gusta: "Me gusta montar en kart".

Por delante tiene un campeonato de España, en el que tendrá que competir en circuitos que intimidan. En uno de ellos, en Valencia, ya estuvo una vez: "Cuando fui al circuito de Valencia las curvas se movían, no se movían en realidad pero me daba la sensación de que sí", reconoce. Sabe que el reto que tiene en los próximos meses es complicado, pero no le intimida y es consciente de que hay cosas más importantes que el puesto en el que concluya: "Quiero ganar y si no puedo por lo menos divertirme y aprender".

Alba comenzó a montar en kart con 4 años, primero en carreras de circuitos sociales y más tarde en campeonatos. Uno de los acicates para subirse por primera vez a un kart fue su primera, también aficionada y que comparte club con ella. Ahora, Alba, teniendo por delante las pruebas del campeonato de España, tendrá un calendario bastante apretado: “En Semana Santa iremos al circuito de Motorland para preparar la prueba, en la víspera va todo el mundo para conocer el circuito”. Lo mismo tendrán que hacer con el resto de las pruebas: “Tiene que conocer los sitios donde va a correr, lo contario sería una locura”, dice Rubén Cueva.

Y es que, continúa relatando el padre de Alba este es “un deporte que para los críos está muy profesionalizado, tiene unos costes enormes, la verdad es que esto nos vino muy bien”. Él, autónomo, tiene una pequeña empresa de instalaciones y transportes y ahora mismo, con la huelga del transporte, está “casi parado”. En su empresa han subido los costes del combustible, pero también, explica, “de las ruedas, de los filtros, del aceite”. En el deporte de su hija sucede algo parecido: “La gasolina del kart ha subido muchísimo, pero también el aceite y los consumibles”.

Que Alba se de a conocer puede ser importante también para que, poco a poco, vaya teniendo más ayudas que hagan posible asumir todos estos gastos. Entretanto, Rubén tiene claro que la única exigencia que le va a poner es que mantenga al día sus estudios: “Lo primero es lo primero, el colegio, lo único que le dije es que quería que hiciera inglés y natación, el resto que lo eligiera ella”. Se le dan bien otros deportes, pero su padre explica que Alba no negocia sus prioridades: “Ni hablar, yo al coche”.