Oviedo / Bruselas,

M. J. I. / Agencias

La Comisión Europea autorizó ayer la importación de cinco tipos de maíz genéticamente modificado y prolongó durante otros diez años el permiso para un sexto, el denominado «Bt11». El uso de las plantas estará permitido en alimentación y para fabricar pienso, pero no podrán cultivarse.

Aunque el maíz no se plante y recolecte en suelo comunitario, será inevitable la entrada de exportaciones en todos los países y regiones. Asturias, declarada libre de transgénicos por una resolución aprobada en la Junta General del Principado en el año 2004, tampoco podrá frenar que los ganaderos compren mercancía que se empleará para la alimentación del ganado.

La declaración como zona libre de transgénicos expresa desde el ámbito institucional el rechazo a ese tipo de semillas. Además de Asturias, en España han suscrito la declaración Canarias, Baleares y el País Vasco, más de 90 municipios, así como los cabildos y consejos insulares de Mallorca, Menorca y Lanzarote, que se suman a las 200 regiones y 4500 autoridades locales europeas que reclaman su derecho a decidir sobre la introducción de transgénicos en su agricultura y alimentación.

Los seis tipos de maíz recibieron el visto bueno de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria en febrero de 2009 y en septiembre de ese mismo año y obtuvieron la correspondiente autorización que fija la legislación comunitaria. Dado que los estados miembros no lograron ponerse de acuerdo sobre qué hacer con los organismos genéticamente modificados (OMG) en febrero ni en abril durante la reunión del comité de la cadena alimentaria y salud animal, y tampoco fueron capaces en el Consejo de Ministros del 29 de junio, el asunto volvió a la Comisión Europea para que tomara una decisión. Las autorizaciones aprobadas ayer son válidas para diez años y todos los productos que sean elaborados con los maíces permitidos estarán sometidos a un estricto sistema de etiquetado y a las correspondientes reglas de trazabilidad.

La decisión de Bruselas no tiene relación con las medidas sobre cultivos de transgénicos recientemente adoptadas. La Comisión Europea ha publicado en el «Diario Oficial de la Unión Europea» recomendaciones para desarrollar medidas nacionales de coexistencia con el objetivo de evitar la presencia accidental de transgénicos en cultivos convencionales y ecológicos.

El texto enuncia principios generales para que cada estado miembro pueda desarrollar las medidas oportunas en función de sus características, así como las necesidades locales de cultivos y productos. La Comisión Europea reconoce así la necesidad de establecer estas medidas por parte de los estados para garantizar que los consumidores y los productores puedan elegir libremente entre productos convencionales, ecológicos y transgénicos.