Luciano Álvarez fue durante 25 años profesor de Cine en la Universidad Católica del Uruguay. Era director del departamento audiovisual y dirigía el taller de cine documental: Tanto Fede como su otro hijo Ignacio, que hace cine publicitario, fueron sus alumnos. "Un asunto nada fácil", comenta. Y añade: "Mis tres hijos nacieron viendo cine. Yo les grababa películas: los dibujos animados de Tex Avery y todo Chaplin , Stan y Laurel... A medida que iban creciendo agregaba todas las películas que yo amaba desde mi niñez. Yo tenía dos amigos, uno ya murió, que pasaban largas horas en casa, entre vino y películas -fanáticos del cine negro y en especial de Raymond Chandler- e involuntariamente ellos escuchaban hablar y hablar de cine. Cuando fuimos a Los Ángeles, resulta que Fede vive cerca de una de las casas en las que vivió Chandler, y allá fui. Hice cine documental durante unos años (después tuve que optar entre darle de comer a mis hijos o dedicarme a algo que no paga). Fede venía conmigo con frecuencia y la primera vez que entró en un estudio vio todo aquella panoplia y se dijo que allí estaba su vocación. También teníamos una cámara de vídeo en una época en que no era un gadget común y corriente. Entonces Fede esperaba que me fuera a la Universidad y, con cierta complicidad de mi esposa, llamaba a sus amigos, tomaba la cámara y filmaba sus primeras películas, por ejemplo una de "superhéroes" que se llamaba "Superpelmazo"'.