La PlayStation 4 incorpora a su catálogo un título familiar que se echaba en falta: Everybody's Golf. Las mentes privilegiadas de Clap Hanz le han dado un buen saque a la saga manteniendo la esencia (tener la mejor puntuación posible en recorridos 9 o 18 hoyos) con la barra de fuerza como el elemento fundamental para que el golpeo llegue lejos y de la forma más precisa posible a su destino. Claro que no solo de fuerza depende el éxito: hay que controlar la dirección del viento y su intensidad, la inclinación del terreno donde estamos? La velocidad que consigamos dar a la bola es clave: ni demasiado rápida ni demasiado lenta. Precisión, jugadores, precisión ante todo y golpeo en el instante justo.
Podemos entrenarnos primero en un solo campo para hacernos con la destreza básica y objetivos sencillos, pero lo divertido llega cuando nos metemos a tope en el modo campaña en la Isla de Golf, donde, tras ser convenientemente adiestrados, nos veremos obligados a sacarle el mayor rendimiento posible a nuestra habilidad con el palo, aunque hay tiempo también para socializar, reclutar caddies o resolver pequeños minijuegos. La mecánica es sencilla: ir superando rondas para que los jugadores a los que vencemos nos den nuevas vestimentas y algún extra de botín. Si vencemos a tres personajes, se abre un nuevo campo. Y así hasta cinco. No solo crecemos en experiencia: las propiedades del palo mejoran a medida que avanzamos y demostramos ser unos buenos alumnos. Atención a lo útil que es desbloquear un carrito para movernos más rápido. Siendo un juego eminentemente social, una de las bazas fuertes es poder competir con otros jugadores on line, cambiando nuestro aspecto con todos los caprichos que nos dé la gana gracias a un original y juguetón editor de personajes.
