Cada año, se estima que unos dos millones de personas visitan Covadonga. Aunque no existen datos oficiales, la mayoría de ellas llegan en coche o en autobús. Son los menos los que acuden caminando, bien como mero acto recreativo o como peregrinación religiosa. No saben lo que se pierden. No saben los tesoros naturales, los paisajes que esconden las rutas que conducen al corazón emocional de Asturias.

Quienes sí lo saben son Agustín Fernández-Tresguerres, Eva María Rodríguez y Fernando Suárez, autores del coleccionable "Los caminos a Covadonga", que hoy ha comenzado a entregar LA NUEVA ESPAÑA al precio de 0,80 euros cada fascículo con la compra del periódico. Agustín y Eva María han hecho los textos de esta obra, que cuenta con el patrocinio del Banco Sabadell Herrero. Las fotografías corren a cargo de Fernando Suárez. Los tres han disfrutado y descubierto los mil y un paisajes que ofrecen los cuatro grandes recorridos que confluyen en el santuario: la "Ruta de las peregrinaciones", con salida desde Oviedo; la "Travesía Andariega", desde Gijón; el "Camín del Norte", desde Llanes, y la llamada "Ruta de la Reconquista", a través de los Picos de Europa. "Es todo un descubrimiento de nuestra tierra. Incluso ante lugares que muchas veces damos por conocidos dada su proximidad nos damos cuenta de que no lo son tanto, ya que al realizar esta ruta profundizamos en el corazón de Asturias", dice Fernando Suárez. "Cada uno puede tener sus propias motivaciones para iniciar el camino, pero la belleza de los paisajes que va a disfrutar es indiscutible, sea cual sea la ruta elegida", apunta Fernández-Tresguerres.

Cuatro grandes rutas, con sus variantes, confluyen en Covadonga. Y tres grandes conmemoraciones confluyen en Covadonga a lo largo del año 2018. Por una parte, el centenario de la declaración del parque nacional de la Montaña de Covadonga (hoy de los Picos de Europa). En segundo lugar, la coronación de Santina y, por último, la conmemoración del 1.300.º aniversario de una de las fechas que se toman como referencia para la batalla de Covadonga, el 718, la victoria de Pelayo contra los musulmanes y el inicio de la Reconquista. Sin duda, este coleccionable contribuirá a realzar el papel del real sitio como número sentimental y religioso de Asturias, pero también a descubrir que Asturias es, sobre todo, paisaje, y que éste se despliega cargado de variedad ante quien se decide a acercarse a Covadonga paso a paso. O pedalada a pedalada, si acude en bicicleta. Los autores de este coleccionable, que han pateado metro a metro estos cuatro caminos, guardan en sus retinas panorámicas inolvidables. "Muchísimos sitios me sorprendieron, pero me quedaría con dos. Uno es la vista desde el collado de Pandébano, en la tercera etapa del 'Camino de los Picos de Europa' y las vistas que hay desde el pico Pindalón, en Fresnediello, en la quinta etapa de 'Ruta de las peregrinaciones', donde a un lado se ve el Sueve y al otro los Picos de Europa". Por su parte, el fotógrafo Fernando Suárez apunta: "Desde mi punto de vista particular y sin desmerecer el resto de la ruta completa, destacaría la parte del entorno de Espinaredo y, sobre todo, con un valor especial, la última etapa, con fabulosas vistas, y la llegada a Covadonga como colofón final". Agustín Fernández-Tresguerres cree que el asturiano que decida emprender este viaje a Covadonga se verá muy gratamente sorprendido por "la cercanía de paisajes increíbles a carreteras por las que uno circula con frecuencia sin darse cuenta de lo que hay a pocos metros. Y también les sorprenderán las vistas que en Asturias tienes del mar y de la montaña con un poco que asciendas en determinados sitios".

Caminar a Covadonga es, también, darle la importancia que tiene a un lugar donde confluyen la historia, la devoción y la naturaleza en un paraje único. "Covadonga es nuestro particular Universal", dice Fernando Suárez. "Tiene algo único que nos hace a todos estar de acuerdo y respetarla", dice Eva María Rodríguez, quien añade: "Nos gustaría que ésta sea la obra de referencia que anime a las autoridades (políticas y religiosas) a ver el potencial que tiene Covadonga. Los caminos a Covadonga deberían ser igual de importantes que el Camino a Santiago. ¿Porqué no conseguir que la gente venga a Asturias y peregrine a Covadonga?". Agustín Fernández-Tresguerres abunda en esta reflexión: "Los caminos son fuente de intercambio cultural y de riqueza para los pueblos por los que pasan. Es una pena que los caminos rurales se pierdan por el desuso y es una pena ver que cuando haces la primera etapa del camino de Gijón a Covadonga, que transita en sentido contrario al del Camino de Santiago, todo el mundo viene en dirección contraria. Porque todos van a Santiago y casi nadie a Covadonga. Para mí esto es tan triste como que la gente viaje a cientos de kilómetros para ver cosas que hay aquí al lado". Fernández-Tresguerres opina que "a los asturianos nos cuesta valorar lo que tenemos aquí y somos muy de pensar que lo de fuera es mejor", y añade que se conformaría con que "algunos asturianos hicieran alguno de estos caminos y pusieran en valor lo que tenemos. Por ser un santuario de reconocimiento universal, por la historia que encierra y por la belleza del lugar, Covadonga debería de ser mucho más valorado y querido por nosotros de lo que es, y quizá podría, sin perder la protección que requiere, ser difundido mucho más".