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Veinte años del atentado del 11-S: el día que todos recuerdan perfectamente

Testimonios de asturianos a los que se les ha quedado, indeleble, la fecha en la memoria

Personas observando el incendio de las Torres Gemelas en Nueva York.

Quien lo vivió, los recuerda. La jornada del atentado terrorista contra las Torres Gemelas ha quedado marcada a sangre y fuego en la mente de millones de personas. Estos son los recuerdos que tienen de aquel día un grupo de asturianos, de todos los ámbitos de la sociedad, y de las consecuencias que, según su punto de vista, tuvo aquella masacre. Más terror, más miedo, más inseguridad y la conciencia de que, en la era de la globalización, nada humano nos podía seguir resultando ajeno –más bien al contrario–, allá donde pasara.

Antonio Trevín, expresidente del Principado de Asturias

“El 11S fue el primer acontecimiento de la historia moderna que viví. Ese día estaba en casa porque tenía gripe. Tenía puesta la televisión y empezaron a aparecer imágenes de los edificios en llamas. Al principio todo era confusión, no se sabía exactamente qué pasaba. Yo creo que el momento más duro fue cuando las personas empezaron a tirarse desde las torres y luego cuando se produjo el segundo impacto. Fue algo que nos dejó perplejos a todos”.

“Desde el atentado a las torres gemelas hay un cambio muy grande en la mentalidad: nos dimos cuenta de que el terrorismo no tenía límite. A consecuencia hubo un repunte del odio contra personas musulmanas y árabes. Pero hay que entender que no se puede relacionar a una persona con el terrorismo por el mero hecho de pertenecer a una religión. Ellas han sido en muchas ocasiones las más afectadas por la lacra de los grupos terroristas.

Ignacio Villaverde, rector de la Universidad de Oviedo

“Todos los que lo vivimos en la edad adulta lo recordamos perfectamente, fue una fecha que cambió el mundo. En mi caso, estaba en Candás. Estaba ofreciendo una conferencia en un curso de verano al que me había invitado Leopoldo Tolivar. Al llegar a mi casa, tenían puesto el informativo y ya se había producido el primer impacto contra la Torre Norte. Recuerdo que se pensaba que había sido un accidente. Y casi nada más llegar se produce el impacto contra la Torre Sur. Ahí fue cuando realmente me quedé sobrecogido. Fui consciente de que estaba ocurriendo algo que movería los cimientos del mundo tal y como lo conocíamos. Creo que el 11-S fue el momento en el que se hizo evidente la globalización, y lo hizo de la peor forma, a partir del terror. Los problemas eran globales, el terror era global. Y modificó todo lo que vino después: la geopolítica, la seguridad, las relaciones internacionales. Hoy, 20 años después, vivimos aún las consecuencias de ese día”.

José Alba, vicerrector de la Universidad de Oviedo

“Ese día comenzaba en Villablino un curso organizado por Javier Castroviejo, del Comité iberoamericano de reservas de la biosfera de la UNESCO, y yo participaba en él para dar una conferencia a primera hora de la tarde, justo cuando ya sabíamos lo de las torres gemelas. Para mí fue extraño porque estaba ya muy enfocado en la charla, así que cuando lo supe me quedé un poco sorprendido. Pero no lo pensé demasiado, hasta que al final, tras mi conferencia me quedé completamente en shock”.

“Creo que entonces nos dimos cuenta de que en realidad somos gigantes con pies de barro. Desde ese momento surgieron muchas dudas sobre política internacional, y sobre el terrorismo y su nueva estrategia de funcionamiento. Sobre todo debido a la globalización, que poco a poco fue cambiando el mundo tal y como lo conocemos”.

Graciano García, director emérito de la Fundación Princesa de Asturias

“Recuerdo que estaba en una reunión con el jurado de Deportes de los premios ‘Príncipe’...” “Estábamos debatiendo cuando nos llegó la noticia y suspendimos la reunión. Fuimos a ver la televisión y no nos podíamos creer lo que estábamos viendo. Fue una noticia muy impactante”.

“Desde que sucedió el ataque a las torres gemelas el mundo ya no es el mismo. Fue la entrada al mundo del terror. Nos dimos cuenta de que todos estábamos amenazados”.

Juan Luis Fernández, catedrático de Matemáticas por la Universidad de Oviedo

“Estaba en casa haciendo una barbacoa con amigos. Uno de ellos puso la televisión. De repente vio las imágenes y fue corriendo a avisarnos para que lo viéramos. Creíamos que era una película, como si estuviéramos en ‘La guerra de los mundos’ de Orson Welles”. “El mundo cambió por completo desde ese momento, sobre todo en términos de pérdida de libertad y aumento de control y seguridad. Todos vimos el principio del fin del imperio estadounidense”.

Ramón Rodríguez, director del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA)

“Recuerdo que me enteré cuando estaba pasando la Vuelta Ciclista por Gijón. Fue algo increíble, todos nos quedamos en shock. Al anochecer me fui enterando de la verdadera magnitud de la tragedia, fue algo espantoso”.

“Desde ese momento hubo un cambio muy importante en el mundo, incluso a la hora de plantearte viajes y organizarlos porque el miedo se nos metió en el cuerpo. Nos hizo conscientes de lo vulnerables que somos”.

Esther García, escritora y presidenta de la Asociación de Escritores Asturianos

"Lo viví con mucho asombro, incertidumbre y desconcierto. y después con indignación y rabia al presenciar la magnitud de la masacre, con tantas víctimas inocentes.

“Desde aquel momento hubo muchas más guerras que no solucionaron ninguno de los problemas que ya había, como se demuestra con lo que sucede en afganistán”.

Ramón d’Ándrés, catedrático de Llingua Asturiana por la Universidad de Oviedo

“Estaba en un examen de la facultad, recuerdo que había muy pocos alumnos. De repente un compañero entró al aula y me contó lo que estaba pasando en Nueva York, pero como no teníamos mucha más información continuamos con el examen. Cuando terminó, me llamó mi mujer y me contó lo que había pasado, porque ella lo había visto por televisión”.

“Cambió la percepción que todos teníamos de los Estados Unidos, incluidos los estadounidenses. Vimos que su país era también vulnerable, como podía serlo cualquier otro”.

Francisco González, catedrático Financiero de la Universidad de Oviedo

“Estaba en la facultad. Recuerdo que fue después de comer cuando por internet vi la noticia y los compañeros empezamos a estar pendientes del asunto, con mucha perplejidad y asombro”.

“Desde el punto de vista financiero fue un punto de inflexión, esos días las bolsas mundiales cayeron de forma significativa. Existía un sentimiento de preocupación por cómo podría evolucionar el fenómeno terrorista, sobre todo en el mundo occidental, en el que nunca habíamos vivido algo como aquello”.

Dana Raz, bailarina asentada en Asturias, nacida en Israel

“Estaba con una amiga y me quedé horrorizada. Desgraciadamente en mi país se vive el dolor de los atentados a menudo, pero es horrible lo que los humanos nos podemos hacer unos a otros. Da mucha pena. La violencia solo engendra violencia, nunca resuelve nada”.

“Todo fue a peor. Nunca un atentado ha mejorado nada, para nadie. La diferencia es que esta vez el cambio fue a escala global. Las consecuencias las sufrieron todos los países del mundo: menos libertad, más restricciones, más controles, más miedo, más inseguridad”.

Calo Soto, excampeón del Sella, empresario de turismo activo

“Recuerdo que fue al mediodía y estaba en el albergue de Arriondas, que de aquella llevábamos la escuela de piragüismo. Al principio fue todo un shock, pensábamos que era un accidente, pero cuando vimos el segundo impacto nos dimos cuenta de lo que de verdad estaba pasando”, asegura el conocido piragüista.

“Después del ataque a las Torres Gemelas vimos la respuesta que dio Estados Unidos y las consecuencias de lo que comenzó en ese momento, que llegan hasta la actualidad”.

Pablo Und Destruktion, músico

“Estaba cursando segundo de bachiller. Lo vi por televisión y como en ese momento ya estaba metido en movimientos políticos, como el Grupo asturiano libertario, hablábamos mucho de ello porque no sabíamos qué podía pasar. Lo viví con mucha perplejidad, como si estuviera viendo una película, no me lo podía creer”.

“Creo que tras el 11-S entramos en una era persecutoria en la que se ha permitido la supervigilancia y la falta de privacidad de las personas para tenerlo todo controlado”.

Amador Fernández, galerista

“Estaba con mi hija comiendo en Gijón, en el restaurante del cine Albéniz y estaba puesta la televisión. Cuando empezaron a salir las imágenes, todos en la sala nos quedamos muy impactados y empezamos a comentar que seguro que era alguna especie de montaje. Cuando vimos el segundo impacto nos dimos cuenta de que no lo era”.

“A partir de ese momento la lucha contra el terrorismo fue mucho más clara, el miedo recorrió el mundo y empezamos a pensar más seriamente en la globalización y en que todo lo que sucedía en el mundo nos podía perjudicar”.

Jorge Salvador, editor de Pez de Plata

“Estaba desayunando en un bar porque poco después tenía un examen en la facultad. Todos estábamos pendientes de la televisión. Estaban hablando del primer avión cuando vimos como chocaba el segundo. Me quedé en shock”.

“Aquí en España ya conocíamos lo que era el terrorismo, pero a partir de ese momento conocimos una versión globalizada. Daba igual de dónde fueras, el terrorismo internacional había entrado en nuestras vidas”.

Ángeles Caso, escritora

“Lo viví como todo el mundo, a través de los medios. Recuerdo que estaba en la cocina, haciendo la comida y en la radio empezaron a narrar lo que estaba ocurriendo en Nueva York. Encendí la televisión y empecé a ver todo lo que pasaba en directo, desde el segundo impacto hasta la caída de las torres. Recuerdo estar preocupada por mi hija, que de aquella tenía seis años y no sabía cómo contarle lo que había pasado y lo que era el terrorismo”.

“Creo que desde ese día cambió todo, nos dimos cuenta de que el mundo occidental no podía salir impune de las atrocidades que ocurrían en los demás países, sobre todo por el impacto de la política internacional de Estados Unidos”.

Jesús Miguel Muel de Dios, fotógrafo

“Había quedado con unos amigos para comer en una sidrería y, viendo las noticias, aparecieron las primeras imágenes en directo de lo que estaba pasando. Al salir de la sidrería con todo el miedo en el cuerpo, hubo un momento en el que escuchamos los helicópteros de la Vuelta Ciclista, que se estaba corriendo en aquellos días. Nos asustamos mucho hasta que nos dimos cuenta de que no tenía nada que ver con lo que estábamos pensando”.

“Ha cambiado todo. Empezaba otra época en la que las guerras iban a ser completamente distintas y en las que Estados Unidos podría salir perjudicada en su propio terreno”.

 Chechu Rubiera, exciclista profesional

“Estaba corriendo una etapa de La Vuelta Ciclista España que ese día llegaba a Gijón. La competición quedó completamente eclipsada. Cuando estábamos entrando en el autobús cruzando la línea de meta, vimos una marabunta de periodistas que no nos prestaban mucha atención. Nos empezaron a masacrar a preguntas sobre el tema y nosotros no sabíamos nada, claro. Recuerdo perfectamente la cara de miedo de un corredor americano, Leipheimer, porque tenía mucha familia y gente conocida en Nueva York. Las líneas estaban colapsadas y no pudo contactar con sus allegados. Luego ya en el hotel, nos pusieron a la guardia civil a modo de seguridad, protegiéndonos a todos. Al día siguiente salimos con crespón y nos pusimos todos en la línea de salida en homenaje a todos los fallecidos”.

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