El titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Langreo ha absuelto a F. G. T.. de un delito de desobediencia por el que la fiscalía pedía nueve meses de prisión y la acusación particular, año y medio de cárcel. Este habitante de Cuesta de Arco había sido acusado de negarse a cerrar un criadero de gallos, tras una denuncia administrativa por ruidos y molestias formulada por un vecino que fue estimada por el Ayuntamiento de Langreo. El juez entiende que el acusado no fue advertido en su momento de incurrir en un posible delito de desobediencia grave. También resalta que el acusado retiró las aves antes de que el Consistorio procediera a la clausura subsidiaria de la explotación y subraya que posteriormente no llegó a acreditarse que tuviera más de 25 aves, el mínimo para que no sea catalogada como una actividad avícola molesta.

F. G. T., representado por Legislan Abogadas, fue denunciado por un vecino en 2005 como consecuencia de «los ruidos y molestias» que causaba su explotación avícola. El Ayuntamiento, tras tramitar la denuncia, decidió clausurar el criadero, una medida que, según la fiscalía, F. G. T. no acató, por lo que se planteó el proceso por desobediencia. «El acusado retiró las aves con anterioridad al acto de ejecución subsidiaria y sin que conste que anteriormente hubiera sido advertido de incurrir en posible delito de desobediencia grave a a la autoridad, sino simplemente de ser sancionado administrativamente, como así sucedió, y en cuantía de 90 euros», expone el juez.