Campo de Caso,

Miguel Á. GUTIÉRREZ

La Plataforma por la Defensa del Parque Natural de Redes manifestó ayer su rechazo a la implantación en el espacio protegido del alto Nalón de una reserva de bisontes. El colectivo -que agrupa a más de una veintena de organizaciones, entre las que figuran la Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza o la Coordinadora Ecologista de Asturias- entiende que la propuesta es «totalmente ilegal» ya que contraviene la normativa del parque. En contraposición, la plataforma aboga por potenciar la ganadería tradicional de alta montaña, la agroganadería ecológica y los trabajos relacionados con el mantenimiento del parque. De esta forma, según la organización, se puede abrir un «nicho de empleo estable» sin entrar en conflicto con el desarrollo sostenible del espacio protegido.

El posicionamiento del colectivo ecologista llega después de que una delegación de vecinos de la localidad de Caleao la reserva de bisontes europeos ubicada en San Cebrián de Mudá, en Palencia, con el objetivo de analizar sobre el terreno la posibilidad de implantar una iniciativa similar en los montes de Caso. Los vecinos destacaron el atractivo turístico de los bisontes y su contribución al mantenimiento del monte, ya que la dieta de estos animales incluye una abundante presencia de herbáceas leñosas, como el matorral. La reserva palentina dispone de un centro de interpretación y un recinto vallado de 20 hectáreas que da cabida a ocho ejemplares (traídos desde Polonia) de bisonte salvaje europeo, una especie en peligro de extinción que desapareció de España en el siglo XII.

Las organizaciones ecologistas subrayaron, como ya hizo días atrás el alcalde de Caso, que el Plan de Uso y Gestión del parque prohíbe la introducción de especies «diferentes a las autóctonas, tanto vegetales como animales». En esa línea se pronunció Gloria García-Nieto, representante de las organizaciones conservacionistas en la Junta del Parque y portavoz de la Plataforma por la Defensa de Redes. «Según el profesor Diego J. Ávarez Lao (paleontólogo de la Universidad de Oviedo) , el bisonte europeo (Bison bonasus) es una especie distinta del bisonte que habitó la península ibérica (Bison priscus) en el pleistoceno superior y extinguida hace unos 10.000 años, por lo que "no se trataría de una reintroducción, sino de la introducción de una especie exótica que nunca habitó en Asturias ni en la península ibérica"», expresó García-Nieto, que apostilló. «Por lo tanto, la introducción de bisontes europeos y otras especies foráneas sería totalmente ilegal».

La plataforma ecologista considera «inadmisible cualquier planteamiento que suponga la reducción del espacio protegido» y se muestra partidaria de potenciar los usos tradicionales. «Apoyamos y creemos posible y necesario el desarrollo sostenible en la zona pero no basándolo en la introducción y cría de especies foráneas sino apoyando eficazmente la ganadería tradicional de alta montaña con los animales que han configurado ese espacio a lo largo de los siglos y entre los que se encuentra, no por casualidad, la vaca casina: perfectamente adaptada al territorio y cuya pervivencia también está en riesgo», argumentó la portavoz del colectivo.

García-Nieto abogó, en ese mismo contexto, por «potenciar, con ayudas eficaces y bien dirigidas, trabajos relacionados con el mantenimiento del parque y una agroganadería ecológica con apoyos también para la comercialización de sus derivados e involucrando a las gentes que viven allí». Sobre el posible tirón turístico de los bisontes, la representante de la plataforma remarcó que el turismo naturalista no busca visitar parques zoológicos más o menos disimulados, ni sucesivos centros de interpretación de todo, ni alojamiento en hoteles de lujo, sino disfrutar del encuentro con la naturaleza y las gentes en los entornos que le son propios, bien conservados, con rutas bien señalizadas y servicios de calidad».

El colectivo también pidió una «evaluación» en profundidad del actual plan de uso y gestión antes de «embarcarse» en la redacción de uno nuevo.