Don Eladio García-Jove Alonso nació en Pola de Laviana el 17 de diciembre de 1859. Fueron sus padres Gaspar García-Jove Hevia y Leonor Alonso. Sus primeras letras y estudios los realiza en su pueblo natal, cursa el bachillerato en el Seminario de Valdediós y una vez terminado se traslada a Valladolid para realizar los estudios de Medicina, licenciándose en esa universidad en el año 1880, con 21 años recién cumplidos.

Regresa a su pueblo natal y aquí comienza a ejercer la medicina. Conoce a la joven Maximina Zapico Martínez, la cual con el tiempo será su esposa. Sus hijos fueron: Eladia, Modesta, Emilio, Maximino y Gerónima.

Destaca por sus estudios de investigación y divulga sus escritos, principalmente de temas históricos, en periódicos de Oviedo, especialmente en «El Carbayón». Su afición a las letras le lleva a fundar el semanario «El Porvenir» y la revista «Laviana». En sus escritos quedan reflejados todos los temas de la comarca del Alto Nalón. Sin embargo la medicina es su ocupación principal. El estudio y la experiencia profesional le van cimentando la fama de médico, que tuvo ocasión de patentes corroboraciones en casos de difícil curación.

En Laviana es nombrado médico forense del partido judicial y poco después de la beneficiencia municipal. A finales del siglo XIX se traslada al concejo de San Martín del Rey Aurelio para ejercer su profesión. Se hace cargo de la plaza municipal, a la vez que compagina su puesto con la de ser médico de las empresas mineras.

La labor social y el amor que dedicó a las familias, especialmente humildes, se vieron justamente reconocidas, tanto por el vecindario en general como por parte del Ayuntamiento. Así, en la prensa diaria se valoraba la personalidad de Don Eladio: «Don Eladio tiene un gran defecto, (si es que defecto se pude llamar a la falta de vocación política), hijo de su propia y sincera bondad. Su carácter, en extremo bondadoso y complaciente. Hacedle catedrático, hacedle académico, darle cualquier distintivo honorífico, concederle todos los honores, ¡todo se lo merece!. Pero por favor no lo hagan diputado. Don Eladio es la bondad personificada, es la encarnación genuina de la más acendrada honradez» («Crónica» 1910.)

El vecindario, tanto de la parroquia de San Martín como de la de San Andrés correspondió a la dedicación plena y amor hacia el prójimo costeando mediante suscripción particular los derechos a la concesión de la Cruz de Beneficiencia para don Eladio , que se supo ganar a base de mucha simpatía y más de caridad hacia todos.

El 10 de febrero de 1924 se celebró en el Cine Ideal de Sotrondio el justo homenaje a Don Eladio García Jove-Alonso donde se le impuso la Cruz de Beneficiencia. Aquel día y en aquel acto se le dijo: «Esta cruz no es una cruz más, sino el premio a la virtud; es la Cruz costeada por todos los vecinos y entregada con el cariño de todos».

Don Eladio, respondió: «Me es imposible hablar, estoy mirando el sol que, me deslumbra, representado en este acto que no merezco y ante la imposibilidad de seguir hablando, voy a molestar vuestra atención con la lectura de unas cuartillas».

En la antigua casa consistorial, en el zaguán, en el primer rellano de la escalera hay un monumento que perpetúa el eterno agradecimiento de todo un pueblo a la figura de don Eladio.

El 21 de febrero de 1925 falleció, en El Entrego, San Andrés de Linares, Don Eladio García-Jove Alonso. Su muerte causó un hondo pesar en todo el concejo, donde fue médico titular,

Su sobrino Luciano López García-Jove dijo de él: «La necesidad de ejercer la profesión con un trabajo agobiador, le obligó, bien a pesar suyo, a cambiar las cuartillas por las recetas. Y no respondía esto a un afán de riqueza, porque pocos habrán ejercido la medicina con la generosidad y el desprendimiento suyo».

Personas como don Eladio son las que dejan profunda huella y el tiempo nunca borra.