El centro de discapacitados que se está construyendo en Barros, según el proyecto original, ocupa una parcela de más de 15.000 metros cuadrados. El complejo dispondrá de 90 plazas, 60 de ellas de estancia temporal por un máximo de 18 meses, y 30 más de centro de día. De las 60 plazas de residencia, 20 serán para lesionados medulares; 20 para afectados por daño cerebral y otras 20 para afectados por otras discapacidades neurológicas. El centro se ha desarrollado construyendo dos módulos conectados por un cuerpo central. Uno de ellos se dedica a la zona administrativa y el otro, al área asistencial. Las pretensiones iniciales manejaban la creación de unos 150 empleos. La previsión es que se utilice como centro de referencia estatal para la investigación y el tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), y como centro especializado en el tratamiento de enfermedades de tipo neurológico. Antes, cuando fue diseñado, se planteó la posibilidad de que acogiera un hospital de parapléjicos, como el que funciona en Toledo. Pero esta posibilidad quedó truncada por decisión del Gobierno central socialista que presidía José Luis Rodríguez Zapatero.

Las obras del centro Stephen Hawking se retomaron recientemente tras varios años de parón. Los trabajos habían quedado paralizados en octubre de 2012 después de que la unión temporal de empresas (UTE) que desarrollaba los trabajos, Construcciones Valmasedo y Rehabitec Lleida, entrara en preconcurso de acreedores. Las obras de remate del inmueble se adjudicaron a la empresa pública Tragsa, que será la que acabará entregando el edificio. Inicialmente, los trabajos se licitaron con un presupuesto de más de 11,7 millones de euros y un plazo de ejecución de 24 meses. Ninguna de estas dos premisas se ha cumplido. La inversión, tal como aseguró ayer la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero, se elevará a 13,6 millones de euros, mientras que se desconoce cuándo se podrá abrir el centro.