El modelo de enseñanza "más probable" para el inicio del próximo curso en la Universidad de Oviedo será el mixto: la combinación de clases presenciales y a distancia. El Rector, Santiago García Granda, vaticinó ayer que la docencia será "mayoritariamente presencial" a partir de septiembre, excepto para grandes grupos de estudiantes. "Las clases teóricas con muchos alumnos se pueden hacer perfectamente online", avanzó Granda en la primera rueda de prensa no telemática que se celebra desde que comenzó el estado de alarma. La formación presencial se mantendrá a partir de septiembre para "tutorías grupales, enseñanza por proyectos o prácticas". No obstante, insistió el máximo representante de la institución académica, "no queremos ser una universidad online; queremos tener capacidad para dar clases telemáticas, pero siendo una universidad presencial".
García Granda presidió ayer un Consejo de Gobierno ordinario, en el que aprobaron la convocatoria de 27 plazas de profesorado contratado doctor, 63 de ayudante doctor y 50 de asociado. El Rector aprovechó la reunión para hacer balance de los últimos tres meses de trabajo a distancia. "En docencia telemática estamos muy avanzados con respecto a otras universidades y la evaluación online ya no es un problema. Hemos tenido cargas diarias de 5.000 estudiantes y el sistema no se resintió. Nadie duda ahora de que todos los exámenes puedan hacerse por internet", remarcó. Hasta el lunes se realizaron 2.738 pruebas a través del campus virtual y de la nueva plataforma habilitada para hacer exámenes, y otros 966 por Microsoft Teams. "Las incidencias fueron mínimas. La mayoría tuvieron lugar en la primera jornada (el miércoles día 13), aunque todos los días hay algún fallo, que suele estar relacionado con que las conexiones de los estudiantes no son buenas. Los campus virtuales han respondido perfectamente", defendió.
Cuatro centros -las facultades de Química y Geología, y las escuelas Politécnica de Mieres y de Ingenería Informática- han optado por mantener sus exámenes presenciales en junio. En total, harán 146 pruebas en las aulas. Para ello, el Rectorado ha exigido la elaboración de "un plan muy riguroso" de seguridad, que incluye, entre otras medidas, aulas al 15% de su ocupación, entradas escalonadas y por grupos a los edificios y uso de gel hidroalcohólico al entrar y salir de clase. El equipo de García Granda ha pedido a Delegación de Gobierno que Asturias incluya estos exámenes en su fase 3, ya que la Universidad está "un poco olvidada" en el plan de desescalada nacional. "Solo se cita la EBAU y creemos que la actividad universitaria debería estar mejor recogida", señaló.
A partir del lunes, la institución retomará la normalidad administrativa, lo que le permitirá hacer contratos de investigación, convocar ayudas para estudiantes o sacar plazas de profesor. La actividad investigadora está ya "al cien por cien", pero la mayoría aún trabaja desde casa. A los laboratorios, precisó Granda, se han incorporado los científicos "más jóvenes".
